Todos somos catadores

Dice el marqués de Griñón en su prólogo a El a-e-i-o-u del vino (Alianza) que si añadimos conocimiento a la agradable costumbre de degustar un vino, convertimos la experiencia en "placer inteligente". Cada vez hay más gente que decide sistematizar sus intuiciones a la hora de apreciar la calidad de unos vinos u otros. Quién no ha envidiado un poco al que coge una carta de vinos en un restaurante y es capaz de leerla con detenimiento hasta que encuentra aquello que despierta su curiosidad o propone descubrir a los otros comensales algún vino que es capaz de recomendar con absoluta certeza. Hay muchas formas de iniciarse en el mundo del vino pero, si se quiere llegar lejos en esto, se debe partir de unos sentidos abiertos para saborear todos los matices de cada trago.

Pedro Martínez Fernández, catador especializado, Nariz de Oro 2001, enólogo y comerciante de vinos, se ofrece como guía para principiantes y acompañante de iniciados a través de su ya citado libro. Ilustrado con fotos y dibujos de Octavio Galán y Pedro Giménez, es una edición que invita alegremente a dar los primeros pasos en este complejo universo de gustos, olores y sabores. La parte gráfica ayuda a organizar todos los datos, que además se explican de una manera muy didáctica y clara. El libro ideal para perderle el miedo a la amplia y especializada cultura del vino.

Lo mismo propone la enóloga Cristina Alcalá en El mundo del vino contado con sencillez (Maeva). Un libro para los aficionados curiosos pero sin esnobismos, quizá más apto para los que sean capaces de orientarse mínimamente en la degustación. Alcalá traslada al papel la labor difusora del vino que ha realizado en la radio. Conocer los distintos tipos de uva, cómo catar, servir y conservar el vino en casa son pistas esenciales de una guía que desmonta tópicos (la botella más cara no siempre es la mejor) e invita a ejercitar los sentidos. Un compendio más amplio y denso que el libro anterior, en el que hace un recorrido por las zonas de producción españolas y de los principales países vinícolas, además de incluir al final las mejores añadas.

Pero el nuevo (y viejo) aficionado puede ir aún más lejos. Se acaba de publicar un pequeño librito que muchos querrán tener muy a mano no sólo en estas fechas de muchas celebraciones, sino a lo largo de todo el año. El vino lo dejo en tus manos (Salsa), de Ana López de Lamadrid y Josep Puigcorbé, ha seleccionado "cien vinos españoles que no puedes dejar pasar". Es una guía práctica para comprar o elegir los mejores vinos para cada ocasión, escrito en un lenguaje sencillo al alcance de cualquier aficionado. Cada cata viene acompañada de comentarios que a más de uno le resultarán definitivos a la hora de decidir. Por ejemplo: del Gran Caus 2006 dicen que es "un tinto para antes de ir al cine. Es recomendable consumirlo entre la Navidad y el verano, puesto que después empieza a perder sus cualidades y su frescura". Más claro

... agua. Pero ¡quién dice agua cuando se habla de vinos!

Si de brindar se trata, también se pueden explorar otras bebidas espirituosas. Y combinarlas con casi cualquier cosa. Entre las novedades que se han publicado están 200 cócteles fabulosos, de Jane Rocca (Del Vecchi). Un librito coqueto y chic. La frivolidad llevada al mundo de los combinados. Ilustrado con los estilizados dibujos de Kate McLeod, invita a copas de títulos tan intrigantes como Juerga en Pekín, Coche-bomba Irlandés, Abucheo de Albahaca o Veneno de Paul, junto a las elaboraciones de todos los clásicos del género, desde el Bellini, el Manhattan, el Destornillador y el Bloody Mary hasta el Mojito o el Whisky a la antigua.

El a-e-i-o-u del vino. Pedro Martínez Fernández. Alianza. Madrid, 2007. 191 páginas. 21,15 euros. El mundo del vino contado con sencillez. Cristina Alcalá. Maeva. Madrid, 2007. 224 páginas. 22,60 euros. El vino lo dejo en tus manos. Ana López Lamadrid y Josep Puigcorbé. Salsa. Barcelona, 2007. 236 páginas. 17,50 euros. 200 cócteles fabulosos. Jane Rocca. Del Vecchi. Barcelona, 2007. 168 páginas. 19,15 euros.