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Jodorkovski inicia una huelga de hambre en la cárcel de Siberia

El magnate ruso se solidariza con un preso enfermo de sida

Pilar Bonet

Mijaíl Jodorkovski, el magnate petrolero encarcelado en una prisión de Siberia, se ha declarado en huelga de hambre para protestar por la falta del "necesario tratamiento médico" para su ex abogado Vasili Alexanián, enfermo de sida y actualmente procesado por robo, lavado de dinero y evasión fiscal.

Jodorkovski, que al frente de la petrolera Yukos llegó a ser el hombre más rico de Rusia, fue condenado a ocho años en 2005 por cargos semejantes a los que penden sobre Alexanián en un juicio considerado por muchos como la venganza del Kremlin por su ambición política. Yukos fue fragmentada y nacionalizada en parte.

Alexanián, el jurista jefe de Yukos, fue obligado a comparecer ayer ante el tribunal que lo juzga en Moscú. La semana pasada, ante el Supremo, acusó a la fiscalía de forzarle a dar testimonio falso contra Jodorkovski a cambio de tratamiento médico. El Supremo, no obstante, rechazó su solicitud de ser trasladado a una clínica fuera de la prisión. Las autoridades rusas ignoraban hasta ayer las peticiones del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo en ese sentido.

Durante las seis horas que duró ayer el juicio contra Alexanián tuvo que ser llamada una ambulancia para atender al acusado, según la abogada Yelena Lvova. "Esto es simplemente un crimen a sangre fría. No participé en los episodios de los que se me acusa", dijo Alexanián antes de la sesión. Según Lvova, Alexanián no está sometido a ningún tratamiento, pero según Alla Kuznetsova, una responsable del servicio penitenciario, se le da tratamiento en la clínica infecciosa de la prisión Matrosskaya Tishina.

En las prisiones rusas hay 40.000 enfermos de sida y 44.000 enfermos de tuberculosis, según datos oficiales. El sistema penitenciario sufre de una crónica falta de presupuesto que afecta a las condiciones de reclusión. La población penal, de 883.200 personas el 1 de enero de este año, ha ido en aumento desde 2004, pero no llega a los 980.151 reclusos que había en 2001. El 40% de las instituciones penitenciaras fueron construidas en la época de Stalin y muchas de las cárceles urbanas son del siglo XVIII y están en estado ruinoso.

El número de las personas enfermas de sida que ingresa en establecimientos penitenciarios va en aumento, y el 95% de los reclusos drogodependientes tienen esa enfermedad. Por el contrario, el número de reclusos con tuberculosis está en disminución.

El magnate ruso Mijaíl Jodorkovski en 2004.
El magnate ruso Mijaíl Jodorkovski en 2004.REUTERS

Las cárceles rusas

- La población penal es de 883.200 presos.

- 4o.000 reclusos tienen sida y 44.000 padecen tuberculosis.

- El 45% del instrumental médico es obsoleto.

- La mayoría de los edificios penitenciarios está en mal estado. Más del 40% fueron construidos en la época de Stalin (1924-1953).

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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