IU propone un gran acuerdo contra la corrupción
Llamazares arremete en Marbella contra la especulación
Gaspar Llamazares acudió ayer a Marbella (Málaga), ciudad que se ha convertido en sinónimo de frivolidad, corrupción política y pillaje urbanístico. Con la voz medio rota, el líder de Izquierda Unida ofreció un "pacto de Estado" contra la especulación y la corrupción urbanística, fenómenos que calificó como "las principales amenazas para el futuro de España a pesar de que Zapatero y Rajoy no les dedicaron ni un segundo" en el debate televisado del pasado lunes.
Ante las más de 600 personas que llenaban las gradas de un pabellón de deportes en el barrio obrero marbellí que fue el principal caladero de votos de los gobiernos corruptos del GIL y que en las pasadas elecciones municipales apoyó masivamente al PP, Llamazares desgranó los principales puntos del pacto: "Suspensión inmediata de aquellos cargos públicos incursos en procedimientos en los tribunales, ejecución de las sentencias que ahora se dilatan hasta la impunidad y creación de la figura del inspector estatal de Urbanismo".
En la ciudad-símbolo de la putrefacción política y donde IU no ha tenido representación municipal hasta las últimas elecciones, Llamazares consideró que la corrupción "no es un fenómeno casual ni meramente personal". "En Marbella y en muchos lugares de España ha habido un caldo de cultivo en la economía especulativa, que degenera irreversiblemente en corrupción". Llamazares cerró su argumentación proponiendo un "impuesto sobre la banca, que ha ganado más dinero que nunca y pretende seguir ganando en tiempos de crisis".
El máximo dirigente de IU exigió al candidato del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, que se pronuncie sobre si está dispuesto a no dejar gobernar al PP si este partido gana las elecciones por escaños pero no logra la mayoría parlamentaria. "Por nosotros no pasarán ni por activa ni por pasiva, pero le exigimos el mismo compromiso a Zapatero", le emplazó.
IU aspira a recuperar el diputado por Málaga que perdió en las anteriores elecciones generales. Ayer por la mañana, en un encuentro con universitarios en Málaga, Llamazares hizo una seria autocrítica sobre la capacidad de movilización de su coalición. "La derecha tiene ahora el pensamiento fuerte, nosotros tenemos ahora un pensamiento más débil y además lo comunicamos mal", afirmó. Además, según Llamazares, "la izquierda, aunque en esta legislatura se ha movilizado por la vivienda, por Palestina y por el Sáhara, ha perdido el pulso con la derecha en la calle", remachó.
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