La venta de Bear Stearns a precio de saldo aviva el temor sobre otros bancos

La intervención de la Reserva Federal (Fed), el banco central estadounidense, al dar a JP Morgan Chase liquidez para comprar Bear Stearns y abrir la ventanilla de descuento a todas las firmas con problemas puso ayer de relieve el temor a que caigan otros grandes bancos de inversión. Goldman Sachs y Lehman Brothers presentan hoy resultados, lo que ayudará a ver hasta dónde llega la sangría.

El derrumbe de Bear Stearns, quinto banco de inversión en Wall Street, forzó a la Fed a reducir un cuarto de punto el peaje que aplica a esos créditos, hasta el 3,25%, y permitir a los bancos de inversión que participen en las subastas de fondos. Es una maniobra similar a la decidida hace una década para mantener con vida el hedge fund Long-Term Capital Management.

Pero muchos ejecutivos de Bear Stearns se preguntan por qué la Fed no les brindó antes esta posibilidad. La situación financiera de la entidad se deterioró tanto durante la semana pasada que la venta a cualquier precio a JP Morgan se convirtió en la opción más viable para evitar la bancarrota.

El precio que pagará es de ganga: 236 millones de dólares (150 millones de euros), el equivalente a dos dólares la acción. Una cantidad muy inferior a lo que valen sus inmuebles. El viernes, cuando los títulos del banco ya cayeron un 50%, su capital bursátil se estimaba en 3.500 millones. En enero de 2007, antes del estallido de la burbuja hipotecaria, se valoraba en 20.000 millones.

La entidad entró en barrena el viernes tras ver cómo en apenas 24 horas se evaporan 17.000 millones de sus reservas y se quedaba sin efectivo. Pero para que JP Morgan pudiera consumar su rescate necesitaba el respaldo de la Fed, que le garantizó el acceso a 30.000 millones de dólares (19.000 millones de euros) para financiar la compra. Ninguno de los dos bancos habla de ajustes de plantilla, aunque muchos de sus empleados anticipan despidos. Y algunos inversores anuncian las primeras demandas.

Tras este caso, existe temor a que otros bancos tengan problemas de liquidez similares. Bear Stearns, el banco más afectado por la crisis de las hipotecas de alto riesgo, presentará sus resultados del primer trimestre el jueves. La atención se dirige ahora a Lehman Brothers, que ayer perdió más de un 20% de su valor bursátil y arrastró al conjunto del sector financiero. Mañana será el momento de conocer las cuentas de Morgan Stanley.