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Los conflictos de la enseñanza

Educación aborda más frentes de los que cierra

El departamento ha puesto sobre la mesa los principales asuntos comprometidos en su programa de legislatura - Campos tiene serios problemas para zanjar sus retos

Después de muchas legislaturas, el actual Departamento de Educación se ha decidido y le ha puesto el cascabel al gato, es decir, se ha atrevido con la reforma del actual sistema de tres modelos lingüísticos (castellano, bilingüe y euskera) para impulsar la euskaldunización.

La consejería se ampara en que obedece a mandatos del Parlamento

Su empeño le está costando más de un disgusto y la suerte final de la reforma se halla totalmente en el aire. Una reforma de esta envergadura de uno de los pilares básicos de la enseñanza en Euskadi precisa el apoyo transversal de nacionalistas y no nacionalistas, la forma en que siempre han salido adelante las principales leyes educativas. Pero en esta ocasión, socialistas y populares se muestran radicalmente en contra del proyecto, porque va a otorgar al euskera un papel preponderante, relegando al castellano.

A pesar de eso, el departamento va a mandar su proyecto al Parlamento antes de que finalice el verano, confiando en que se apruebe en lo que queda de legislatura (culmina en principio en mayo de 2009). Su forma de actuar con esta reforma es una demostración de cómo el departamento ha encarado la legislatura. No ha dudado en plantear los asuntos más comprometidos en su programa de legislatura (reforma de los modelos, mapa escolar, currículo), pero ha dado muestras de sus dificultades para cerrarlos con garantías, dado el calado y la magnitud de los retos.

"La reforma de los modelos ya hubiera justificado por sí sola una legislatura", apunta la responsable de Educación del PSE, Isabel Celaá. "El resto del tiempo lo tienen que dedicar a gestionar. El caso es que esa reforma salga bien, pero el departamento se ha implicado en muchos asuntos", destaca.

Para Javier Nogales, responsable en Euskadi de la sección de enseñanza de CC OO, sindicato mayoritario entre los docentes de la red pública, el "galimatías jurídico" en que se ha metido el departamento resulta considerable. A ello hay que añadir que la reforma "vendría precedida, según el consejero, de una ley de aprendizaje de las lenguas de cuyo contenido nadie sabe nada y de cuyo encaje con la normativa en vigor" su central tiene "serias dudas".

Otro de los frentes, el del currículo, ya está en apariencia cerrado, pero sólo en apariencia. El Gobierno aprobó el decreto y, aunque a trompicones, los centros se disponen a aplicarlo. Sin embargo, existen cuestiones, como el fijar el euskera como lengua vehicular o que se incluyan referencias a "Euskal Herria" como un ente formado por siete provincias (las tres de Euskadi, Navarra y las otras tres del País Vasco francés) que aún pueden dar muchos quebraderos de cabeza a la consejería. El PP ha recurrido al Tribunal Superior vasco el hecho de que el euskera sea la lengua principal por encima del castellano y en la calle, algunos padres que escolarizan a sus hijos en el modelo A han montado una rebelión cívica a la que se han sumado más de 2.000 personas.

El departamento replica que se trata de cuestiones solicitadas por el Parlamento y que el Gobierno trata de cumplir con ese mandato, como es el caso de la reforma. Lo que también solicitó en su momento la Cámara es la elaboración de un nuevo mapa escolar. En la actualidad, el departamento da las últimas pinceladas a su propuesta. Se trata de un documento con el que Educación quiere ordenar la oferta de plazas en la enseñanza en los tres territorios y adaptarla mejor a las necesidades reales y a la demanda de las familias. De momento, los agentes educativos echan de menos que la consejería no ha adelantado sus principales apuestas con relación al nuevo mapa, como si todos los centros de Primaria vayan a tener su oferta de cero a tres años o si los centros de FP de carácter integrado podrán impartir Bachillerato y ESO.

Estos tres son algunos de los retos que se encuentran todavía pendientes. En otros casos, la Administración ha logrado cerrar el frente, como es su apuesta por la integración de los inmigrantes y el diseño de un plan de acogida, que prevé refuerzo de profesorado y más apoyo a los colegios con más presencia de este colectivo.

Lo que se ha desatado esta legislatura es la conflictividad laboral, algo que no había sucedido en las últimas legislaturas. La consejería cerró un acuerdo de condiciones laborales con Comisiones Obreras en junio del año pasado, que rechazan el resto de centrales. Después de varias huelgas a finales de 2006 y comienzos de 2007, las centrales amenazan ahora con reabrir este frente. Como lo está el de los profesores der Educación Física, que protestan por el recorte de horas de su materia que ha conllevado la aplicación del currículo vasco.

REFORMA DE LOS MODELOS LINGÜÍSTICOS: El rechazo al proyecto de los no nacionalistas

La dificultad jurídica que conlleva la reforma de los modelos lingüísticos y la falta de apoyos ya han trastocado los planes originales del departamento. Su intención era que la reforma se aplicase de forma efectiva en el próximo curso (el 2008-09), pero ya ha admitido que ello no va a ser posible y ahora trabaja con la idea de que se ponga en marcha en el curso 2009-10. El objetivo es suprimir los tres modelos actuales y sustituirlos por otro en el que prime el euskera.

El origen de la reforma es que, con el planteamiento en vigor, los alumnos no finalizan la etapa obligatoria dominando el euskera. Por eso, el principio básico es impulsar la euskaldunización.

El aplazamiento da muestras de los escollos que se ha encontrado la consejería en su elaboración y los que puede hallar en su tramitación en el Parlamento. La minoría en la que se encuentra el tripartito le hace depender del apoyo de EHAK. Dejar fuera de esta reforma al bloque no nacionalista, que suma más escaños en su conjunto que el propio tripartito y que no comparte la supresión del castellano en las aulas, sería una temeridad. La esperanza de la consejería pasa por convencer a los socialistas, pero el modelo de éstos, basado en el trilingüismo (euskera, castellano e inglés) se encuentra muy distante. La redacción del borrador se halla en su última fase y será entregado a partidos y agentes sociales después de las vacaciones de Semana Santa para que realicen sus aportaciones.

EL CURRÍCULO: Pendiente de una resolución judicial

El consejero de Educación, Tontxu Campos, abrió definitivamente un melón, como el del currículo (el documento que marca lo que deben saber los alumnos al finalizar la etapa de enseñanza obligatoria), que era una herencia de su antecesora en el cargo, Anjeles Iztueta. El arranque del currículo ya resultó rocambolesco, con el sector privado concertado (Confederación de Ikastolas y los colegios cristianos) tirando del carro. Llegó hasta el punto de que la escuela pública (asociaciones de padres y directores de centros) se sublevó, obligando al departamento a tener en cuenta sus consideraciones.

Con las aportaciones de las dos partes y su propio texto, la consejería cerró el currículo, que se aprobó el pasado mes de octubre. Fijar el euskera como lengua vehicular ha soliviantado a varios sectores. El Partido Popular ha recurrido el decreto correspondiente ante el Tribunal Superior de Justicia porque entiende que establecer la hegemonía del euskera impide a los padres que lo deseen escolarizar a sus hijos en castellano. Antes del verano habrá un pronunciamiento del tribunal. Además, la decisión de establecer el euskera también como la lengua principal en el Bachillerato ya ha levantado ampollas en PSE y PP, para los que "se vuelve a reincidir en el error".

El Ministerio de Educación ha pedido igualmente explicaciones al departamento por incluir en el currículo para la enseñanza obligatoria el concepto de "Euskal Herria" como un ente formado por siete provincias.

MAPA ESCOLAR: Centros públicos con todos los ciclos

La posibilidad de que cada escuela pueda ofrecer en sus instalaciones todas las etapas educativas, desde los 0 hasta los 18 años, supone una de las novedades más importantes de la propuesta de nuevo mapa escolar que el Gobierno vasco quiere dejar listo para el próximo mes de abril. El mapa escolar es el documento con el que Educación ordena la oferta de plazas y la adapta a las necesidades de las familias, es decir, los criterios con los que planificar la oferta educativa del sistema.

Para los padres, disponer de un centro en que puedan escolarizar a sus hijos desde la etapa infantil hasta el Bachillerato resulta una gran ventaja y una de las señas de identidad de la red privada concertada.

La oferta pública está desgajada en estos momentos. Por una parte, Haurreskolak acoge a niños de 0 a 3 años; la escuela de Primaria, de 3 a 12, y los institutos de Secundaria, de 12 a 18 años. En total, tres tipos de centros diferentes, que en ocasiones están alejados entre sí. Frente a esto, los colegios de la red concertada han ido abriendo en los últimos años aulas de 3 a 6 años, y posteriormente, de 0 a 3, en colegios que antes se dedicaban a alumnos de 6 a 18. De esta forma, la cantera de la privada va creciendo y a la vez menguando la de la red pública.

Sin embargo, el departamento no ha avanzado sus apuestas en otras cuestiones clave y que tienen pendiente a los directores de los centros, como si los institutos de Formación Profesional de carácter integral tendrán Bachillerato o ESO, o si el Programa de Iniciación Profesional será una materia obligada para todos los centros que a su vez oferten ESO.

El mapa escolar también establece el número mínimo de alumnos necesarios para abrir un aula: en Secundaria, 17 estudiantes; en Bachillerato, 10, al igual que en la Formación Profesional. Las escuelas infantiles podrán formar un grupo con entre 10 y 12 niños.

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