"Estoy como en el cielo"

Aunque se niegue a reconocerlo, Jorge Lorenzo comenzaba a estar obsesionado con lograr su primera victoria en MotoGP. De no ser así no se habría decidido a cambiar de casco, dejar de lado el habitual de los domingos (dorado) para lucir el de los entrenamientos (rojo), con el que se había apuntado tres pole positions de tres posibles. "Será por eso que he ganado", bromeó el mallorquín, el nuevo líder de la clasificación general. "Es como estar en el cielo. Ganar en la tercera carrera que disputo es algo que hace unos días parecía inimaginable", reconoció Lorenzo, entusiasmado con el rendimiento de su Yamaha M1. "Es la primera vez que consigo acelerar sin problemas al salir de las curvas. Trabajamos mucho en la electrónica en los entrenamientos que hicimos después de Jerez. Esta moto es fantástica incluso en este circuito. No me esperaba ganar aquí", afirmó el español, que, acto seguido, juzgó el adelantamiento que le hizo a Rossi en la chicanne. "Por suerte salió bien, porque si no me hubieran tachado de kamikaze", dijo el balear, que aseguró haber sentido mucho dolor en los antebrazos durante las últimas vueltas de la carrera. Está previsto que en breve se opere en Barcelona del síndrome compartimental que le ha martirizado en las sus tres primeras carreras en MotoGP.

"Esta moto es fantástica incluso en un circuito como éste", dice el ganador

"El inicio de la carrera ha sido divertido pero un poco peligroso", definió Pedrosa. Por mucho que se empecine en negarlo, la rivalidad que existe entre él y Lorenzo es muy grande. Ayer, tanto en el podio como en la conferencia posterior a la carrera, volvió a hacerse evidente. Ni se miraron. El catalán, además, se limitó a felicitarse por el podio. "Cuando ha dejado de llover, Lorenzo ha lanzado su ataque y yo he reaccionado, aunque un poco tarde. En ese momento se ha decidido la carrera", convino Pedrosa, que comenzó a señalar a los pilotos que, según él, deben pelear por el título: "El podio de hoy más Stoner".