IU crea la figura del 'número dos' para situar al líder del PCA

Los avisos a navegantes que lanzó Diego Valderas nada más terminar las elecciones han empezado a tomar forma. La ejecutiva andaluza de Izquierda Unida, que se reunió en la tarde del lunes, ha aprobado una restructuración de la dirección en la que el sector crítico ha quedado prácticamente laminado. En la ampliación de la comisión permanente no ha entrado ningún miembro de este sector, y se ha creado una nueva figura, la del coordinador de la ejecutiva, que asume el secretario general del PCA, José Luis Centella. Se trata de una especie de número dos que se ocupará de organizar y orientar los trabajos de este órgano, y también de dirigir un "gobierno en la sombra" para el seguimiento de las distintas consejerías del futuro Gobierno de Manuel Chaves.

El nuevo cargo ha sorprendido a quienes critican la excesiva hegemonía del PCE en las decisiones y procesos internos de IU. Consideran que es un paso más en la acelerada carrera del control de la coalición por parte del partido, causa de la crisis que ha vivido esta formación política en los últimos años, y que es especialmente visible en el ámbito federal.

Los críticos también se quejan de que mientras en la organización federal, los críticos -que son los oficialistas en Andalucía (afines al PCE)- reclaman la integración y un reparto equitativo en los órganos para conducir el relevo de Gaspar Llamazares, en la federación andaluza esta máxima no se ha tenido en cuenta, de modo, aseguran, que la comisión permanente está integrada por dirigentes del núcleo duro del PCE. Excepción hecha del líder de la CUT, Juan Manuel Sánchez Gordillo, recién elegido diputado por Sevilla en sustitución de la referente crítica Concha Caballero. Gordillo ya ha dicho que mantendrá una actitud neutral en la pugna entre oficialistas y críticos, tanto en Madrid como en Sevilla.

Los cambios se completan con la reactivación de una antigua fundación, que se creó en la etapa como coordinador de Luis Carlos Rejón, que se encargará de centralizar los debates de propuestas e ideas de IU, conducida por el ex diputado Antonio Romero, la ex portavoz de IU en el Ayuntamiento de Sevilla Paula Garvín y el jiennense Luis Segura, todos del sector afín al PCE. Antonio Romero, además, será asesor de Diego Valderas en el Parlamento.

En la reunión de la ejecutiva del lunes, uno de los temas más polémicos fue la ausencia de mujeres en el grupo parlamentario, pese a que la 16ª asamblea autonómica celebrada en Matalascañas el pasado diciembre aprobó una resolución en sentido contrario. La iniciativa, que obtuvo el 80% de los votos de los delegados, dice que "se debe constituir un grupo parlamentario paritario, 50% mujeres y 50% hombres. "El Consejo Andaluz [máximo órgano entre asambleas] debe garantizar que el grupo sea paritario (...), solicitando para ello las renuncias y nombramientos pertinentes", mandata la resolución. No obstante, Diego Valderas explicó que la renuncia de tres diputados varones para dar paso a las mujeres es "más un problema que una solución" y emplazó a una futura asamblea la posibilidad de reformar los estatutos internos. Unas 30 militantes de IU exigieron hace unos días que se cumpla la resolución. Algunas de las militantes dijeron que se plantean llevar el asunto a los tribunales.