Voro mima a Albelda

"Ánimo, Albelda. Ánimo, que aún puedes llegar donde tú ya sabes", le dijo ayer un aficionado del Valencia a Albelda a través de la ventanilla de su automóvil cuando abandonaba la ciudad deportiva. "Muchas gracias", le respondió el centrocampista, que puede permitirse el lujo de volver a soñar con la Eurocopa. Ayer participó en el primer entrenamiento dirigido por el nuevo técnico, Voro. Y éste, sobre quien pesa el objetivo de salvar al equipo -a dos puntos del descenso-, mimó al jugador, que incluso llevó al club a los tribunales por una situación laboral que creía humillante tras verse apartado por Ronald Koeman. Ahora, sin embargo, Albelda contará para el nuevo entrenador, al igual que Cañizares y Angulo, a los que el holandés también les mostró el pasado diciembre dónde estaba la puerta de salida.

"Sólo jugarán si están en condiciones. Nos jugamos la vida en muy poco tiempo"

Pese a todo, Voro fue cauto. Aseguró que la directiva le ha dado "libertad total" y que en ningún momento le ha impuesto consigna alguna respecto al trato que debe dar a los tres defenestrados. Pero razonó sobre su delicada situación. "Van a estar en el equipo si considero que se encuentran en condiciones. Llevan cuatro meses sin competir y nos jugamos la vida en muy poco tiempo", matizó. Para Voro, Albelda, Cañizares y Angulo son como cualesquiera otros, aunque su estado físico y anímico es un hándicap que complica su regreso.

Con todo, la presencia de Albelda en una sesión preparatoria que, inicialmente, era voluntaria fue significativa. A sus 30 años, llegó a declarar hace un tiempo que, aunque llegara un nuevo entrenador, no se sentiría anímicamente con fuerzas para volver a jugar. Pero Voro no es uno cualquiera. Les une una buena amistad. Así que se esforzará al máximo, pues sabe además que es el último cartucho que le queda para entrar en la lista de Luis Aragonés. De ahí su presencia ayer. Y su cercanía al técnico, con quien mantuvo incluso una breve charla en medio del entrenamiento.

No estuvieron, en cambio, los otros dos marginados, que según el club estaban fuera de la ciudad. Además de ellos, sólo Zigic, convocado con la selección serbia, y Morientes, hospitalizado con dolor abdominal, faltaron a su primera cita con el nuevo preparador, a quien conocen bien. "Mi vida ha cambiado de la mañana a la tarde y sólo he pasado de un despacho a otro", dijo el ex delegado del equipo.

Su trabajo al frente del Valencia será más parecido al de un psicólogo. Recuperar el estado anímico de una plantilla con la moral por los suelos y eliminar los rencores y desconfianzas entre los integrantes del vestuario será una tarea titánica. "Necesitamos gente implicada", abundó Voro. Por el momento, tratará de recobrar el estilo de juego que hizo grande al Valencia. Quiere un equipo bien distribuido en el campo, con dos jugadores por banda y dos delanteros en un 4-4-2 o un 4-4-1-1 que devuelva el equilibrio. Osasuna, rival directo por la permanencia con sólo un punto más, será el primer rival, el domingo, en un estadio de Mestalla que se prevé un polvorín.

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