"Somos la novia que todos desean"
En la sede de los socialistas serbios hay movimiento, llamadas y visitas. El vicepresidente Zarko Obradovic parece feliz. "Somos la novia que todos desean", bromea. "Esperábamos un mejor resultado, pero estamos satisfechos con el obtenido. Vamos a hablar primero con [el primer ministro en funciones, Vojislav] Kostunica. Es lo que prometimos en la campaña. Apoyamos en el Parlamento su anterior Gobierno, sin participar, pero esta vez quien quiera nuestros votos deberá tenernos dentro del Ejecutivo".
Obradovic es un alto cargo del partido, no un ideólogo, por eso no improvisa, sólo repite. "No nos vamos a precipitar. Escucharemos a todos y pondremos nuestro programa sobre la mesa. Cuando gobernábamos con los radicales y con Kostunica nadie se escandalizó en Europa (...). Entrar en la UE es el objetivo, pero no firmaremos el Acuerdo de Estabilización y Asociación porque muchos de los países que nos lo ofrecen han reconocido a Kosovo. (...) Cuando se nos necesita nadie se acuerda del pasado ni de Slobodan Milosevic".
En otro despacho, Alexander Antic, responsable de la campaña electoral de Belgrado, matiza: "En asuntos nacionales estamos más cerca de los radicales y Kostunica, pero en cuestiones sociales, estamos cerca de Tadic. (...) Tenemos que ir despacio. Si corremos podemos perder nuestros votantes. En la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, el 15% de los que nos votaron en la primera lo hicieron por Tadic, el 45% por
Nikolic y el resto se abstuvo".
El Partido Socialista concurrió a las elecciones en coalición con el Partido de los Jubilados y Palma, del millonario Dragan Markovic. Éste, que podría controlar dos o tres de los 20 diputados del grupo, ya se alió con Tadic.
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