Al pan, pan, y al vino, vino
Enhorabuena a Santi Santamaría. Más tomates frescos, recién cogidos de la huerta, y menos colorantes espolvoreados sobre una anchoa con salsa de pomelo servida en un plato rectangular muy mono.
No estás solo con tus últimas declaraciones, que tanto han escocido a los chefs. Ya está bien de tanta noticia sobre gastronomía, de tanta gira, de tanto congreso y de tanta historia. Bravo, Santi Santamaría.
Tu voz ha sido la de todos aquellos que amamos los macarrones con tomate, las patatas a lo pobre, el huevo frito con morcilla y la ensalada de siempre, con su lechuga, cebolla y pimiento. Necesitamos una vuelta a lo sencillo, lo natural, lo que gusta al paladar y al bolsillo. Y al que no le guste, que le den sopas con honda.
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