"Guipúzcoa necesita mejorar su autoestima"
Markel Olano, diputado general de Guipúzcoa, cumple un año al frente del Ejecutivo foral, al que llegó procedente la ejecutiva nacional del PNV en una situación de emergencia, a raíz del escándalo derivado del caso Jauregi. Un tema que él considera zanjado y esclarecido. Con un acusado pragmatismo, Olano se muestra decidido a sacar a Guipúzcoa de su estancamiento.
Pregunta. Llegó de rebote al cargo desde el EBB del PNV sin tener experiencia en la gestión pública. ¿Ha encontrado diferencias de perspectiva entre los dos lados de la barrera?
Respuesta. Desde el partido también he conocido los temas nucleares del país y del territorio. Y he tenido contacto fluido con cargos públicos y políticos cuando fui responsable [del PNV] de áreas como educación, cultura, juventud y nuevas tecnologías. Esa experiencia me ha servido para tener ahora esta responsabilidad.
"En política, si no se logra un objetivo no hay que mantenerse en esa posición"
"Guipúzcoa requiere una actitud que sea resolutiva y pragmática"
"No hay que vincular el compromiso sobre los grandes retos con el presupuesto"
"El peor momento del año fue el asesinato de Isaías Carrasco"
P. Le consideran el delfín de Joseba Egibar.
R. Que me llamen como quieran. Yo tengo que cumplir con el papel que me han asignado, y ahora represento al conjunto de la ciudadanía. Esa es la actitud mental que tengo; por supuesto, sabiendo que pertenezco al PNV.
P. De modo que no se ha arrepentido de la decisión que tuvo que tomar precipitadamente hace un año.
R. Uno no puede entrar en esas consideraciones. Te tocan estas responsabilidades, las asumes, y punto.
P. ¿Cuál ha sido su peor momento en este año?
R. Cuando recibí el mensaje del asesinato de Isaías Carrasco.
P. Un asesinato que ha traído consigo episodios lamentables, como el rechazo a las mociones éticas y de censura contra ANV.
R. La denuncia contra la violencia se tiene que sustraer del debate político y electoralista. Y con las mociones hay que tener una visión realista y práctica; es decir, que hay que avanzar en la medida en que se logren los consensos suficientes.
P. ¿Es electoralista quitar a ANV de la alcaldía por no condenar el crimen y dar pie a plenos tan antidemocráticos como los que se han dado con las llamadas "mociones éticas"?
R. No es de recibo que un electo no condene la violencia. Pero las mociones hay que fundamentarlas con consensos, y si no salen, no podemos continuar en actitudes voluntaristas y dar constante imagen de enfrentamiento.
P. ¿Y por eso en Mondragón sigue ANV y no ha pasado nada?
R. En política hay que marcarse objetivos factibles. Entiendo el enfado de la gente, pero si no se logra un objetivo no hay que mantenerse en esa posición.
P. ¿Este pragmatismo del que hace gala es la nueva cultura política que anunció al llegar?
R. Tenemos que tener una actitud resolutiva y pragmática que nos lleve a resolver los retos del territorio a partir de un liderazgo compartido entre las instituciones públicas y privadas, como presentamos esta semana el acuerdo Gipuzkoa Aurrera.
P. Liderazgo compartido hasta con el alcalde donostiarra Odon Elorza. ¿Van a sellar la paz eterna?
R. Nuestro compromiso alcanza cuestiones concretas, como San Telmo o el Kursaal, y el acuerdo de trabajar en común soluciones que ensamblen la capital y el territorio.
P. ¿Se puede superar la tensión histórica entre ambos?
R. Hoy esos estereotipos no se dan. La convivencia es constante; vivimos una nueva era que tiene como valor la integración.
P. ¿Cómo ve Egibar, el defensor de la unión nacionalista frente a otra línea de su partido propensa a acuerdos con el PSE, este acercamiento a Elorza?
R. No existe una contradicción como la que se formula en la pregunta. Joseba ha llegado a acuerdos con todo el espectro político, desde el PP hasta la izquierda abertzale. Y esa ha sido siempre la actitud del PNV. En la relación entre partidos siempre hay ámbitos de discrepancia y de acuerdo. En Guipúzcoa la fragmentación ha impedido abordar los temas conjuntamente, pero yo trataré de llegar a acuerdos básicos con todos. Eso sí, manteniendo también discrepancias.
P. Precisamente, el PSE se queja de que recurre a él para los proyectos estratégicos, pero que no cuenta con sus criterios en cuestiones presupuestarias.
R. Los presupuestos los hemos acordado con EB, y eso es la democracia. Entiendo que estén dolidos, pero no es realista acordar los presupuestos con todos.
P. Siendo el PSE la primera fuerza, a la que además necesita para sacar adelante los temas estratégicos, no estaría de más que negociara también el gasto presupuestario.
R. No es adecuado unir el compromiso sobre los retos del Guipúzcoa con la coyuntura del presupuesto. O se cree en los desafíos pendientes del territorio o no. Y no pongo en duda que llegaremos a consensos.
P. ¿No tiene la sensación de que Guipúzcoa está sometida a unas tensiones intestinas que la han dejado rezagada en comparación con Álava y Vizcaya?
R. En estos últimos años se han realizado esfuerzos previos. Ahora es el momento de dar el salto cualitativo, y eso tiene que ver con el carácter guipuzcoano: somos un territorio con una pujanza extraordinaria en lo económico y lo social, pero no tenemos interiorizada esa potencialidad. No tenemos la autoestima necesaria para impulsar eso y dar el salto cualitativo.
P. Es decir, que Guipúzcoa tiene la autoestima baja.
R. Creo que la actitud que tengamos en este momento los guipuzcoanos va a ser decisiva para obtener éxito en el futuro. Una clave del éxito de la regeneración del gran Bilbao consistió en que su población interiorizó ese proceso y lo abordó creyéndoselo, con toda la ilusión. Tenemos que tener un mecanismo de autoestima parecido en Guipúzcoa y creer realmente en nuestras potencialidades, que son muchas, para afrontar el futuro con éxito.
P. ¿Este problema psicológico colectivo no tiene que ver con la violencia que impregna nuestra sociedad, atrapada entre la acción de ETA y esos espectáculos lamentables que han sido las mociones éticas?
R. Bernardo Atxaga decía que cuando desaparezca la violencia los vascos nos levantaremos un palmo del suelo; o sea, nos quitaremos una losa de encima. Pero también tengo claro que ni la violencia de ETA ni la de esos plenos puede acogotar a la sociedad vasca. Es imprescindible que establezcamos una dinámica propia, acordada entre todos, para conseguir un impulso que supere ese obstáculo.
Markel Olano Arrese
(Beasain, 1965) es militante del PNV desde que ingresó en EGI a los 15 años. Con estudios de Filosofía y Letras, ha sido la mano derecha de Egibar con quien participó en la comisión del Pacto de Lizarra. En el año 2000 accedió a la ejecutiva nacional del PNV, donde se ocupó de cultura y las nuevas tecnologías.
Se define como un "nacionalista profundo" y está convencido de que "hay que crear una ola social para obligar a ETA a dejar las armas"
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