Olafur Eliasson hace brotar cataratas en Nueva York
El artista nórdico exhibe su trabajo en la Fundación Miró de Barcelona
Hacía pocas horas que las cuatro grandes cataratas de Olafur Eliasson en el East River de Nueva York -la más espectacular, bajo el puente de Brooklyn- habían empezado a escupir 160.000 litros de agua por minuto y los blogs de Internet ya estaban llenos de comentarios de neoyorquinos criticándolas, alabándolas o cuestionando la inversión (casi 10 millones de euros financiados con donaciones privadas) realizada en este macroproyecto de arte público que hasta el 13 de octubre se convertirá en una de las atracciones de la ciudad.
Es cierto que las imágenes de la recreación virtual son más espectaculares que las imágenes reales, pero esto es algo que está implícito en el trabajo de este artista, que considera que "lo honesto" es mostrar los trucos y la trastienda de sus obras (la estructura que sostiene la catarata es perfectamente visible) en las que busca la implicación personal y subjetiva de los espectadores sin dejarse llevar por la espectacularidad.
En Girona y Barcelona
Sucede igual con las hermosísimas instalaciones que Eliasson (Copenhague, 1967) presenta hasta el 28 de septiembre en la Fundación Miró de Barcelona, que se completará a partir del 18 de julio con otra exhibición en La Fontana d'Or de Girona. La naturaleza de las cosas, que así se titula la exposición (¡no se la pierdan!), presenta 50 de sus obras en las que el tema dominante es la percepción y la participación del espectador en un sentido tanto físico como mental. Son obras aparentemente muy sencillas en las que los juegos de luces, los reflejos y el movimiento son interuptores que le sirven al artista para activar la respuesta crítica, perceptiva y emocional del visitante.
El espacio público en una ciudad
Sobre The New York City Waterfalls, Eliasson explica que su objetivo era poner sobre la mesa la cuestión del espacio público en una ciudad y una sociedad, la norteamericana, en la que se da por supuesto que todo es privado o comercializable. Pese a que ya se han organizado tours organizados para ver las cataratas y la ciudad confía en que será una buena fuente de ingresos turísticos durante el verano, Eliasson asegura que las cataratas quieren hacer visible la potencialidad del frente fluvial y recuperarlo no sólo de manera física, sino, principalmente, emocional. "En un paisaje tan desértico como el de Islandia, la velocidad con la que cae el agua es un punto de referencia que te permite saber a qué distancia estás de la catarata y, por tanto, situarte a ti mismo en la escala del paisaje", explica Eliasson, de ascendencia islandesa y con estrechos lazos artísticos con la isla helada. "El proyecto de Nueva York reúne muchas de mis obsesiones y creo que estos saltos de agua provocarán una reacción diferente en cada persona". Aunque el de las cataratas es un tema recurrente en su trabajo, en Nueva York ha amplificado su tamaño, a escala de la ciudad, y pretende que sus saltos de agua permitan a los neoyorquinos incorporar a su experiencia "este falso espacio vacío entre Brooklyn y Manhattan". "El agua es una ilusión poética, pero también es algo muy físico", dice. "Da mucho juego metafórico".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.