El 'túnel de la risa' se estrena con retrasos

Los usuarios de las líneas C-3 (Aranjuez) y C-4 (Parla) de Cercanías estrenaron ayer el túnel de la risa entre las estaciones de Chamartín y Atocha. Han sido más de cuatro años de obras con una inversión de 550 millones de euros. Más de 250.000 viajeros al día ganarán tiempo y comodidad, según Fomento. Pero el primer día no hubo tal ahorro.

Este periódico realizó cinco veces el trayecto entre las estaciones de Parla y Chamartín entre las 8.20 y las 14.05 de ayer. Hasta ahora, este recorrido se hacía en 47 minutos. Fomento prometió que con el nuevo túnel se haría en 38.

Sin embargo, en los cinco viajes realizados ayer se obtuvo una media de 43 minutos en cada viaje. Pero hubo variaciones. El viaje más rápido duró 37 minutos. El más lento, 51, es decir, cuatro más que lo que se tardaba antes de abrirse el túnel. Renfe comunicó que de los 240 trenes que circularon hasta las siete de la tarde en las líneas C-3 y C-4, 17 sufrieron retrasos de cuatro minutos de media.

Los pasajeros de la C-4 que venían del sur se mostraron en general muy satisfechos por la reducción de tiempo del viaje y por no tener que parar en Atocha. Sin embargo, algunos usuarios procedentes del norte se quejaron ayer porque han perdido la posibilidad de bajarse en la estación del paseo de Recoletos.

En la primera jornada hubo despistes entre algunos viajeros. Fue el caso de Jackson, ecuatoriano de 23 años, que subió al tren en Getafe para ir a Nuevos Ministerios. Al llegar a Atocha se levantó de su asiento, pero volvió a sentarse. "Ya sabía que no hace falta cambiar, pero no estaba seguro. La costumbre...".