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Reportaje:

Hotel aeropuerto

Un centenar de personas duermen a diario en las terminales de El Prat - Veinte indigentes pernoctan de forma permanente

Anochece, pero el aeropuerto de El Prat nunca descansa. Mientras las limpiadoras remozan los vestíbulos para que todo esté reluciente, aún quedan personas deambulando por las terminales: los que se quedan a dormir. Cada noche un centenar de personas pernoctan en el aeropuerto de El Prat, convirtiendo algunos rincones en peculiares habitaciones de hotel. Ochenta de ellas, aproximadamente, están de paso y una veintena son indigentes, según los empleados de seguridad del aeropuerto.

Cada sin techo tiene su estrategia: unos se acomodan en su rincón con cartones y duermen con un ojo abierto; otros fingen ser pasajeros y dormitan en un asiento apoyados en un carrito. "Nunca dan problemas. Si tengo que limpiar el espacio que ocupan, los despierto y ya está", explica una limpiadora del turno de noche, que avisa: "Se hacen pasar por pasajeros". "No, yo no duermo en el aeropuerto. Estoy esperando que lleguen unos amigos", se excusa uno de los indigentes citados por la limpiadora.

"Si tengo que limpiar, los despierto y ya está", dice una limpiadora
"El mejor sitio para dormir está en Amsterdam", dice una pasajera
"Pernoctamos donde podemos", afirma una joven francesa

El aeropuerto, explican fuentes de AENA, hace un seguimiento a los indigentes que lo habitan. Pese a que ninguna norma impide dormir en las terminales, si se detectan casos de marginalidad se avisa a los servicios sociales. De ahí que muchos indigentes finjan estar de paso: "Espero a unos amigos que llegan ahora", se excusa un hombre que dormía a pierna suelta en la terminal C. "Estaba reposando porque he tenido un accidente de coche esta tarde", argumenta, y se indigna: "¿Hay gente que duerme en el aeropuerto? ¡Qué barbaridad!", postula, antes de apresurarse a coger sitio en la terminal B, que queda abierta toda la noche.

La mayoría de los inquilinos del aeropuerto, sin embargo, son viajeros de paso: personas que deben coger un vuelo de madrugada o jóvenes que prefieren dormir en el suelo a costearse un albergue. "Estamos haciendo una ruta en autoestop desde Estrasburgo y dormimos dónde podemos", comenta Elisa, francesa de 18 años. "El suelo es duro, pero estamos bajo techo", remacha su amiga Noemí.

Otros ya están acostumbrados y para ellos dormir en el aeropuerto es una rutina. Juan, un empresario de 36 años, descansa habitualmente en los aeródromos españoles cuando sus vuelos salen de madrugada. "Si debes embarcar a las cuatro, no vale la pena alojarse en un hotel", reflexiona, antes de asegurar que el aeropuerto español más cómodo "es el de Barajas". "Los aeródromos internacionales están preparados para albergar a la gente que duerme. El mejor, sin duda, el de Schipol, en Amsterdam", ilustra Estefanía Mendoza, venezolana afincada en Rotterdam (Holanda).

¿Está preparado El Prat para alojar a los viajeros? Según www.sleepinginairports.com, una web que recoge opiniones de personas que han dormido en algún aeródromo, sí. Aunque con matices: la web afea la ausencia de duchas y la escasez de asientos. "Hay pasajeros que pasan muchas horas aquí, y no viene mal una ducha para evitar el mal olor y secarse el sudor", lamenta Juan Issa, un argentino de 22 años que dormirá por segunda noche consecutiva en El Prat tras perder un vuelo a París. Las duchas llegarán con la nueva terminal sur, cuya inauguración se preve para junio de 2009. A las cuatro de la mañana los vigilantes de seguridad empiezan a despertar a los viajeros que duermen: el aeropuerto prosigue su actividad. Los inquilinos de paso embarcan rumbo a otro aeropuerto; los indigentes volverán por la noche, fingiendo ser pasajeros para poder dormir tranquilos.

Pasajeros pernoctan en en una de las terminales de El Prat.
Pasajeros pernoctan en en una de las terminales de El Prat.MARCEL·LÍ SÀENZ

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