Quintana asegura que el acuícola es un proyecto de todo el Gobierno

"Bieito Lobeira es un gran diputado, tremendamente trabajador y muy comprometido con el mundo del mar. En los últimos meses sufrió ataques personales injustificados por tener una postura coherente y responsable ante el plan acuícola, y quizás ayer esto pesó en su estado de ánimo". Ayer al mediodía, el vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, inauguraba el curso de las galescolas descubriendo la placa de una nueva, la de San Roque, en Santiago. Sonó una pieza de gaita y luego Nerea y Noa, dos niñas del barrio de As Cancelas, descorrieron la cortinilla tirando del cordel. Casi no dio tiempo a aplaudir, porque el vicepresidente y su equipo se recluyeron al instante en el cuarto contiguo, donde aguardaban más periodistas de lo habitual.

Había expectación, y no era por la galescola habilitada en un hospital peregrino del siglo XVI. Vicepresidencia sabía que estaban allí para preguntar por la polémica abierta por el diputado nacionalista Bieito Lobeira respecto al Plan Galego de Acuicultura. Así que Quintana optó por no mezclar las churras con las merinas, liquidando la cuestión Lobeira en un lugar discreto antes de adentrarse en la galescola para visitar las aulas y dar cuenta del salto que ha pegado la Educación Infantil en Galicia desde que el BNG está en el Gobierno.

"Murió el cuento", dijo Quintana para zanjar la polémica. Entre libros de Os Bolechas y anaqueles de colores, el portavoz nacional del BNG habló como vicepresidente de la Xunta asegurando que el plan es ahora, desde que fue aprobado por el Consello el 28 de agosto, "un proyecto del Gobierno", de todo el Gobierno. En adelante, "los controles informativos [que lleven a cabo las consellerías del BNG] tendrán que limitarse a comprobar si se adecúan o no se adecúan a la ley" los diferentes proyectos de piscifactorías. "Las opiniones de todos sirvieron para mejorar el plan", continuó, y ahora "la postura dialogante se va a mantener para que los proyectos sean evaluados correctamente".

Según Quintana, esos ataques personales que padeció Lobeira y que influyeron en su ánimo propiciaron las declaraciones "en alguna parte excesivas" que el jueves hizo el diputado. Lobeira advirtió entonces que el Bloque utilizaría sus consellerías en el bipartito para anular varios proyectos de piscifactorías "totalmente agresivos" con el entorno. "En la tramitación individualizada" de las licencias de cada una de estas empresas, los departamentos del BNG podrían lograr una "modificación sustancial" del plan acuícola aprobado por el Consello de la Xunta, porque, dijo Lobeira, "la batalla no está acabada".

Cambiando de tema, y tras decir que con lo dicho moría el cuento, el vicepresidente se refirió a su breve encuentro del jueves con Touriño: "Cada vez que el presidente y yo hablamos, nos entendemos, y ésta es una garantía para toda la legislatura. La mejor defensa contra la crisis".

A la misma hora, el conselleiro de Medio Ambiente, el socialista Manuel Vázquez, recomendaba al Bloque "mantener el diálogo" entre sus conselleiros y diputados para que no se produzcan contradicciones y desmentidos respecto al plan acuícola. Vázquez dijo no saber si Lobeira "está en la postura del francotirador", informa María Fábregas.

Por su parte, el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Ismael Rego, destacó el apoyo "global" del bipartito al plan y enmarcó las palabras de Lobeira en los "excesos" que cometen todas las formaciones, "incluso el PSOE". A continuación, el portavoz de Pesca del PSdeG, José Manuel Lago Lage, sugirió que si Lobeira hubiera querido decir que las consellerías pondrían trabas al plan, la afirmación tendría "implicaciones de orden legal".

También Feijóo se refirió al caso desde Lugo, afirmando que Galicia "está harta" de los conflictos del bipartito, informa Arcadio Silvosa. "A la misma hora, mientras Touriño y Quintana decían que había que recobrar la lealtad, los señores del BNG atizaban a los del PSOE con el plan acuícola", criticó el líder del PP. Su partido registró en la Cámara una iniciativa instando a la Xunta a retirar del plan las plantas "más cuestionadas" y pidiendo que PSdeG y BNG se posicionen votando en un próximo pleno "a favor o en contra" del proyecto de la Consellería de Pesca.