Los nietos y la memoria histórica
Mi bisabuelo, Pedro Asín Expósito, fue fusilado el 28 de agosto de 1936 en el cementerio de Illueca (Zaragoza) junto a otros 17 vecinos de Jarque del Moncayo (Zaragoza). A diferencia de muchas familias, nosotros siempre supimos dónde estaban sus restos. Su hijo, mi abuelo Lorenzo Asín, consiguió colocar una modesta placa a principios de los años ochenta.
Este verano, sus restos fueron exhumados e identificados formalmente, y se le dará por fin, una sepultura digna. Su exhumación nos ha permitido recuperar nuestra memoria, la historia de nuestra familia. Setenta y dos años después de su asesinato, hemos sabido que el bisabuelo Pedro fue sindicalista, vicepresidente del consejo comarcal de UGT, candidato a concejal en las elecciones de 1936. Han tenido que pasar 62 años de doloroso silencio para que nos restituyan nuestro pasado. Nadie nos puede negar el derecho a conocer nuestra historia, nuestra identidad. Por favor, sigan removiendo el pasado, nuestro pasado, para que los nietos y biznietos y las generaciones que sigan miremos al futuro recordando a los nuestros con orgullo y dignidad.
Soy nieta de Antonio Ruiz Quiles, fusilado en Sevilla en la madrugada del 22 al 23 de octubre de 1936. Enterrado en una de las fosas comunes del cementerio de San Fernando de Sevilla en la que se encuentran miles de desaparecidos. Un país que cuenta en su historia con miles de desaparecidos no puede reabrir heridas. Tiene que cerrarlas. Y para ello debe contar con el estado para que sea él el que realice las gestiones oportunas para poder llevarlo a cabo. Si el Estado no lo hace, lo pide la Sociedad Civil, mediante la justicia. Y de eso se trata, de hacer justicia, de buscar y poner nombres y apellidos a miles de personas desaparecidas, que una vez fueron "ocultadas" y dejaron de existir. Ahora toca su búsqueda, su hallazgo, ponerles nombres, apellidos, caras, a todos ellos. Pero no sólo hay que buscarlos, hay que rehabilitarlos pública y socialmente.- Eva María Ruiz Fernández. Sevilla
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.