Marcianos de Rivas a ritmo de 'swing'
Tras seis años tocando en garitos, No Reply se 'gradúa' ante 1.100 personas
He aquí la historia de nueve veinteañeros privados por el jazz y vecinos de Rivas-Vaciamadrid, nueve colegas que tocan swing, cantan en inglés y visten traje y corbata negros cada vez que se encaraman a un escenario. "De acuerdo, somos bastante marcianos", admite Álex Serrano, cantante, trompetista y compositor principal, a sus 23 añitos, de No Reply.
Llegan vapuleados tras un bolo en Huelva, pero tras la cháchara a Álex ya le va apeteciendo una cervecita por Malasaña. Ah, la juventud. "Casi todos somos pandilla desde la EGB. El disco
lo grabamos de madrugada, de diez a seis, y algunos tenían que levantarse luego a las ocho para ir a currar. ¡Tela!". En sus orígenes, seis años atrás, No Reply eran unos niñatos insolentes adscritos al punk-rock. Todo cambió el día que descubrieron el ska y el empuje arrollador de los metales. Álex desempolvó los viejos vinilos jazzeros de su hermano mayor y encontró una vieja trompeta en el armario.
Fernando Alonso aún le echó más morro: desde que agarró por vez primera un trombón hasta que subió con él a las tablas sólo transcurrieron cuatro meses. Y Diego, el bajista, se puso al día con el jazz organizándose sus "meses temáticos", inmersiones en las discografías completas de los más grandes. "Ahora estoy con Bill Evans", anuncia con ojillos de fascinación. Ellos y el resto de la banda/panda tienen ante sí esta noche el más multitudinario de sus conciertos: 1.100 personas en la sala Heineken, a las diez de la noche.
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