García-Gasco hijo adoptivo
El Ayuntamiento de Valencia ha tenido a bien designar hijo adoptivo al cardenal arzobispo Agustín García-Gasco, con gran entusiasmo y alegría de la señora alcaldesa Rita Barberà y del Molt Honorable President Francisco Camps. La concejal de Cultura, María José Alcón, destacó en la sesión plenaria municipal en que se aprobó la cosa, "la fecunda labor desarrollada a lo largo de 15 años al frente de la Archidiócesis de Valencia por este sacerdote toledano". "Su nombramiento sella una extraordinaria relación con Valencia, que lo siente como uno de los suyos, en una demostración de afecto hacia quien tantas veces lo ha demostrado por Valencia y sus tradiciones".
Y tanto como "ha demostrado su afecto" el cardenal arzobispo nombrado hijo adoptivo. Que se lo pregunten, si no, a los valencianos y valencianas que forman parte de la Asociación y Cofradía de San Vicente Mártir de Valencia. Esta tradicional Asociación católica, de tanto arraigo en Valencia, había decidido celebrar los 800 años del nacimiento del rey Jaume I con una misa en la iglesia de la Roqueta el 8 de octubre. Una misa para recordar y conmemorar la acción de gracias que pronunció el rey Conqueridor al atribuir, al amparo y protección de San Vicente Mártir, la conquista de Valencia, la víspera de entrar victorioso en la ciudad. La Cofradía de San Vicente Mártir ofreció al cardenal arzobispo García-Gasco la celebración de esta misa conmemorativa y tan puesta en razón. Pero el recién adoptado hijo de Valencia no sólo no rechazó la invitación sino que prohibió que la misa fuese celebrada por algún obispo auxiliar.
Ante esta negativa, y según ha declarado la presidenta de la Asociación y Cofradía de San Vicente Mártir, Rosa Araixa, solicitaron al abad de Poblet, donde está enterrado el rey Jaime, que acudiera a la celebración, a lo que accedió con mucho gusto. Pero el hijo adoptivo de Valencia, quien según la concejal María José Alcón, "tanto afecto ha demostrado por Valencia y sus tradiciones", no sólo prohibió la presencia del abad de Poblet sino que, en caso de celebrarse la misa por otro sacerdote el dia 8 de octubre, ha prohibido, también, que en la misma se nombre a Jaume I y su vinculación con San Vicente Mártir y con la Roqueta. O sea, García-Gasco quiere, incluso, que en sus dominios como cardenal arzobispo, se silencie la existencia de relevantes hechos de nuestra historia como pueblo, como es el caso de la relación de Jaume I con San Vicente Mártir, con Sant Vicent de la Roqueta. La presidenta de la Asociación y Cofradía vicentina ha acusado al cardenal arzobispo nombrado hijo adoptivo de Valencia de mantener una actitud "antivalenciana y cobarde por negar la condición de La Roqueta como un elemento histórico vinculado al primer mártir de la ciudad , y a la historia de Valencia".
El poco respeto por Valencia, sus tradiciones y su historia, lo ha demostrado este nuevo "hijo adoptivo" de la capital en otras ocasiones. Como por ejemplo, en el fomento del uso de la lengua de los valencianos en los actos litúrgicos, algo que ha sido ignorado por el cardenal arzobispo. Claro que en esto sigue los pasos de la señora alcaldesa, su protectora. Doña Rita Barberá tampoco usa el valenciano en los actos políticos, en las comparecencias públicas. Es una lengua que, por lo visto, le repele hablarla. En fin... para qué seguir. "Amagueu els patos que venen els de sempre. ¡A fotre, clar!"
fburguera
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