El Gobierno pretende dar oxígeno a Cuba y el PP se reúne con los opositores
El ministro de Exteriores cubano llega hoy a Madrid para renegociar la deuda
El ministro cubano de Exteriores, Felipe Pérez Roque, inicia hoy un viaje oficial de dos días a España en momentos en que la isla se enfrenta a una situación de emergencia, por los huracanes Ike y Gustav, y cuando el Gobierno español parece dispuesto a reabrir la cobertura al crédito a la exportación en Cuba, bloqueada desde 2001 debido al problema de la deuda. La visita da continuidad al mecanismo de consultas políticas de alto nivel acordado en 2007 por el canciller cubano y su homólogo español, Miguel Ángel Moratinos, que incluye un diálogo sobre derechos humanos.
Fuentes diplomáticas españolas confirmaron que, durante la visita, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero concretará una oferta de cooperación -que va más allá de la ayuda de emergencia brindada hasta ahora- como parte de un "plan de reconstrucción" para enfrentar la devastación de los huracanes.
Paralelamente, Madrid evalúa la posibilidad de llegar a algún tipo de acuerdo sobre la deuda -cifrada en unos 1.100 millones-, que permitiría reabrir el crédito a la exportación, una vieja demanda de los empresarios españoles con intereses en Cuba. Aunque desde hace siete años no existen líneas de crédito oficiales ni funcionan los seguros de exportación, Cuba es el tercer país latinoamericano comprador de mercancías españolas, y España uno de los principales inversores en la isla. Tras entrevistarse con Zapatero, Pérez Roque se desplazará a París para preparar con la presidencia francesa de la UE el inicio del diálogo político, impulsado por España, entre La Habana y los Veintisiete tras el levantamiento de las sanciones a la isla.
Mientras se ultimaban los preparativos para el encuentro entre los dos ministros de Exteriores, en la sede central del PP en Madrid, en la calle de Génova, se produjo un hecho sin precedentes: el partido de Mariano Rajoy preparó una recepción con los representantes en España de la disidencia cubana. El acto fue una respuesta a la negativa de la Embajada española en Cuba de invitar a los contrarios al régimen cubano a la celebración del día de la Hispanidad. Entre mojitos, poemas y ritmos cubanos, el coordinador de Relaciones Internacionales del partido, Jorge Moragas, pidió a Pérez Roque, al que denominó "vocero de una dictadura que oprime", que no siga utilizando al Ejecutivo español como "truculento cómplice del anacronismo que supone la dictadura cubana".
Moragas fue directo: pidió al PSOE que abandone la hipocresía y abrace "sin miedo la causa de la libertad".
Después volvió a arremeter pidiendo a los socialistas y al Gobierno un "modesto y humilde ejercicio de memoria histórica" y que recuerden "el dolor de la experiencia del exilio que ellos han exhibido de forma recurrente a la hora de plantear su proyecto político". El poeta cubano Julio San Francisco anunció la creación del Grupo Popular Cubano "para captar militantes cubanos para el PP, apoyar su campaña electoral y luchar por la transición a la democracia en Cuba".
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