Tres carreteras gallegas aparecen entre las más peligrosas de España

La red viaria de Galicia aporta cinco puntos negros a la poco honrosa clasificación de las carreteras más peligrosas de España, con la provincia de A Coruña como líder indiscutible de la siniestralidad. La que registra más accidentes es la N-547, que une Santiago con Lugo, con tres tramos entre los de mayor riesgo. Esta carretera suma otra característica para la reflexión: todos sus puntos negros persisten por tercer año consecutivo entre los más peligrosos de España, de acuerdo con la clasificación que realiza el Real Automóvil Club de España (RACE), que ayer dio a conocer la correspondiente a 2008.

Tres son las carreteras gallegas que aparecen en los 37 peores lugares de la clasificación, los de alto riesgo, calculados por la evaluación de los siniestros y su gravedad relacionadas con el tráfico de la vía. La N-547 lo hace con un tramo en el noveno puesto, entre Arzúa y Ferreiros; otro en el 23º, entre Palas de Rei y Melide, y un tercero en el 28º, entre Melide y Arzúa. El Real Automóvil Club destaca en su Informe de evaluación de la red de carreteras del Estado que esos tres puntos negros de la N-547 se encuentran entre los 15 que se han mantenido estables en las tres últimas campañas, "por lo que urge estudiar detenidamente las causas de estos altos índices de peligrosidad".

Las otras dos carreteras que aparecen entre las peores son la N-6, que tiene el décimo punto de mayor siniestralidad de España, entre Castellana y Ois, y la N-634, que ocupa el puesto 25º, con el tramo entre Sesmonde y Pontecarreira. En los 37 tramos de alto riesgo de España se registran medias de 33 accidentes mortales y 185 accidentes graves al año. En la clasificación de los tramos de riesgo alto y medio alto aparecen 157 carreteras, 27 de ellas gallegas. Por provincias, A Coruña encabeza la lista de Galicia, con 10 tramos de riesgo alto o medio-alto. Ocupa el sexto peor lugar de España. Le siguen Lugo, con nueve tramos (la 9ª de España); Pontevedra, con cinco (17ª) y Ourense, con 3 (20ª).

Además de los cinco puntos de mayor riesgo, Galicia aporta otros 22 de riesgo medio-alto en la tabla de la RACE. De ellos, el de mayor siniestralidad está en la N-540, entre Chantada y Barrela. Le siguen la PO-11, en Pontevedra, entre el enlace de la AP-9 y la PO-12, y de nuevo la N-540, en Lugo, entre Guntín y la variante de Taboada. El resto de los puntos negros están en la N-541 (dos tramos), N-634 (cuatro), N-640 (cuatro), N-6 (dos), N-120 (uno), N-547 (uno), N-555 (uno), N-550 (dos) y N-525 (uno).

Ninguna carretera de la red de Galicia aparece en la lista de las que más han disminuido el riesgo en los últimos años. En cambio, la N-6, en los 13 kilómetros que separan el final de la variante de Betanzos con la zona urbana de San Pedro de Nos, está considerada la sexta de España con mayor potencial de reducción de siniestralidad. Se trata del grupo de diez carreteras en las que se podría disminuir la siniestralidad "más fácilmente, incluso con medidas de bajo coste". Para determinar este tipo de tramos, se calcula la tasa de riesgo media para tramos de similares características, a fin de poder encontrar aquellos que más se alejan de su media.

Al menos en dos clasificaciones, las carreteras de la comunidad autónoma se libran de aparecer entre las más peligrosas de la red estatal. Se trata de las que reúnen mayor número de accidentes mortales y graves de motocicletas y de vehículos pesados.