Los Franco deberán abrir al público el pazo de Meirás
"Acepto el obsequio gustoso y exclusivamente por tratarse de una donación de mis queridos paisanos", proclamó Francisco Franco en pomposa ceremonia cuando recibió el Pazo de Meirás, escenario de los 37 veranos de su dictadura. Era el 5 de diciembre de 1938, en plena Guerra Civil. Siete décadas después, la fortaleza regalada y pagada con dinero público y donaciones forzosas a Franco -hoy propiedad de sus herederos- tendrá un mínimo uso popular tras el decreto aprobado ayer por la Xunta.
Las Torres de Meirás, refugio literario de la condesa y escritora Emilia Pardo Bazán, podrán ser visitadas cuatro días al mes, y de forma gratuita, al ser declaradas Bien de Interés Cultural, como monumento histórico. El acuerdo pone fin al litigio entre Cultura y la familia del dictador, que intentó por todos los medios mantener cerrada la propiedad, de seis hectáreas.
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