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La crisis también ahoga a las ONG

La demanda de ayuda social aumenta al tiempo que descienden los donativos

A la una y media de la tarde, en el comedor económico de Santiago quedan pocas mesas vacías. Hombres de mediana edad, la gran mayoría, apuran sus platos de verdura y albóndigas con patatas. Algunos se sientan solos. Otros coinciden con "gente de la calle", explica uno de ellos, y comparten conversación durante el almuerzo. Al fondo de la sala hay una pareja joven que no conoce a nadie. Él tiene 35 años, ella, 33. Los dos se quedaron sin trabajo hace un mes y medio "por culpa de la crisis". Laura y Emilio, que no se llaman Laura y Emilio, son el nuevo rostro de la "gente de la calle".

Cada día hay más personas que piden ayuda, pero los recursos de las organizaciones que la brindan están, por ahora, congelados. Ni los donativos navideños en forma de lotería han podido esquivar la crisis.

Las peticiones de ayuda a Cáritas se multiplican durante los últimos meses
Los ingresos por lotería y aportación de ayuntamientos caen o se estancan

En abril, la cocina económica servía 100 comidas diarias. Ahora, 140. Cáritas de Santiago, de quien depende este servicio, asegura que la demanda de vales para el comedor social aumentó un 55% respecto al año pasado. Y también las peticiones de ayudas para la vivienda y el reparto de alimentos. En todo 2007, la misma ONG en Vigo atendió 3.045 demandas. En la primera mitad de 2008 ya se había igualado ese triste récord que sigue creciendo al ritmo de los malos datos macroeconómicos. "Cada vez hay más gente que se acerca a pedir información y el perfil de solicitantes ha cambiado", cuenta el presidente de Cáritas Vigo, Ángel Dorrego, "ahora vienen familias, madres solteras y muchas parejas que de repente se quedan sin trabajo y sin casa".

Como Laura y Emilio. Ella trabajaba de operaria en una empresa cárnica. Él, en el astillero de Gijón. Cuando se quedaron sin ahorros, dejaron el piso de alquiler que ya no podían pagar y se vinieron a Galicia. "En enero llegan dos patrulleros al puerto de Ferrol y mis jefes me recomendaron... a ver si hay suerte", cuenta desanimado Emilio, sin apartar los ojos del plato. Laura, más optimista, tiene una entrevista de trabajo en un hotel dentro de dos días. Mientras tanto, ven pasar el tiempo desde una habitación que alquilaron por un mes. Las ayudas de alojamiento son, junto con las alimenticias y las de empleo, las más solicitadas. Hasta junio del año pasado, Cáritas Vigo gestionó 149 peticiones, casi las mismas que en todo 2007. Los libros de contabilidad de esta organización solidaria en Ferrol apuntan otra estadística desalentadora: el aumento de las demandas de empleo. "En los dos últimos meses se atendió al mismo número de personas que en los nueve anteriores", cuenta una portavoz de la entidad.

Las necesidades sociales crecen, pero los recursos de las ONG, acuciadas también por la crisis, o se estancan o disminuyen. Cruz Roja quita hierro al asunto y asegura que el impacto de la recesión es "más psicológico que social", pero también esta organización ha empezado a notar los avatares de la crisis. El empuje económico previsto para algunos programas financiados por ayuntamientos se quedó en papel mojado este año. "Las administraciones locales congelaron el presupuesto e incluso algunas anularon el de 2009", cuenta su coordinador en Galicia, Joaquín Varela.

Los 15.000 socios de la organización, sin embargo, siguen siendo fieles. De hecho, gracias a las aportaciones de los afiliados, algunos de estos colectivos están logrando mantener una "relativa estabilidad", explica la Coordinadora Gallega de ONG.

El problema son los donativos, que desde septiembre van a la baja. La venta de lotería de la agrupación de colectivos solidarios ha descendido entre un 10% y un 15%. Y la recaudación de Cruz Roja a través de la Campaña del Oro, cayó un 7%.

Pero las principales fuentes de financiación de estas organizaciones siguen siendo las subvenciones de la Xunta y los ayuntamientos. Para Cáritas de Santiago, por ejemplo, significan el 57% de sus fondos. La Administración gallega tratará de afrontar los gastos extraordinarios de las ONG con un paquete de ayudas inmediatas para atender las necesidades más urgentes de comedores sociales y albergues. Esta iniciativa de choque supondrá duplicar el presupuesto destinado a estos centros, que pasará de 800.000 euros en 2008 a 1,6 millones el año que viene. Además, el Consello de la Xunta aprobó hace dos semanas invertir 162.000 euros en ayudas que beneficiarán a 12 entidades sociales. La inyección de fondos públicos a estos centros se completará con un incremento de cerca del 80% del presupuesto previsto inicialmente para la orden anual de 2009.

Laura y Emilio desconfían de las ayudas autonómicas porque no están empadronados en Galicia. Precisamente por eso, sólo han tenido derecho a 14 cheques de Cáritas para la cocina económica (a escoger entre almuerzo y cena), frente a los 20 que obtienen los censados en la comunidad. "No queremos depender de las ONG, ni ir de albergue en albergue, ni de comedor en comedor", dice ella, "queremos trabajar y olvidarnos de esta pesadilla".

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