Farruquito baila en la calle

"Vivir la vida es afrontarla tal y como viene. Es disfrutar de los momentos buenos, que son muy pocos, rodeado de tu familia y tus amigos". Las palabras del bailaor Juan Manuel Fernández Montoya, Farruquito, resonaban ayer en el céntrico barrio de Santa Cruz de Sevilla.

Farruquito se dio un paseo por las plazas y callejuelas del barrio entre el cariño de muchas personas. Una pareja se detuvo ante el bailaor y le pidió que se hiciera una foto con su hijo. Y él, acompañado de su esposa, detuvo el paso y se retrató con el pequeño mientras un grupo de turistas japoneses parecía preguntarse quién era aquel muchacho de melenilla negra.

El bailaor sevillano estaba posando para un reportaje del fotógrafo español Nacho Alegre que se publicará en la revista italiana L'Uomo Vogue.

El bailaor obtuvo la libertad condicional el pasado enero

"Los momentos buenos que te da la vida son pocos. Uno tiene que buscarlos"

Farruquito se encaramó al borde de una fuente y ensayó unos pasos de baile mientras bromeaba. Algunas de las personas que pasaban por el lugar se detenían para contemplar al bailaor. "No me lo puedo creer. Es Farruquito", dijo por su móvil una chica que apresuraba el paso en dirección a la cercana catedral.

Hubo también quien se paró a hacerle fotografías con el móvil. Un grupo de escolares animó a Farruquito. Al jolgorio de salir de clase se unió la visión de un bailaor que ha ocupado portadas de prensa con sus dramáticas peripecias. "Me da vergüenza bailar con tanto público", dijo el artista con la Giralda al fondo.

Farruquito fue condenado a tres años de cárcel por homicidio imprudente y omisión del deber de socorro tras atropellar y matar con su vehículo a Benjamín Olalla. Ingresó en prisión hace dos años. Tras cumplir dos tercios de la condena, accedió a la libertad condicional el 13 de enero de este año. Antes el bailaor estuvo cumpliendo el tercer grado con una pulsera de control telemático que se le implantó en marzo de 2008. El Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Sevilla aprobó la libertad condicional tras recibir un informe "favorable" de la cárcel por su "buen comportamiento", según fuentes penitenciarias.

"Los momentos buenos que te da la vida son pocos. Uno tiene que buscar esos momentos buenos e, incluso, crearlos. No se sabe adónde vamos a ir después de aquí", confesó Farruquito tras su paseo. El bailaor se encuentra "bien, con ganas de trabajar y de hacer cosas". "Quiero seguir con mi ritmo de vida: una sesión de fotos, un ensayo, la creación de un nuevo espectáculo...".

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