Salvatore Samperi, cineasta, autor de 'Malizia'

El cineasta Salvatore Samperi, que murió el 4 de marzo en Roma, a los 64 años, se hizo célebre en 1973 con una película, Malizia, interpretada por una Laura Antonelli en plenitud de su belleza y fotografiada por un joven Vittorio Storaro. Filme de fuerte erotismo contenido, que narra el improbable romance entre un adolescente siciliano y la asistenta de su casa, Malizia dejó en la retina de los italianos el liguero de Antonelli, que se convirtió en emblema de una época de liberación y sexo posconciliar, aunque de tintes claramente machistas y clasistas.

Samperi fue de joven un activo militante de izquierdas y se convirtió enseguida en campeón de las taquillas italianas con ese canto nostálgico al erotismo retro. Algunos lo consideraron una eterna promesa del cine italiano, y él parecía sentirse a gusto en ese papel marginal, o al menos singular.

Nacido en una familia de la alta burguesía de Padua, Samperi empezó en el cine como ayudante de Marco Ferreri, y en el mítico 1968 logró hacer su primer filme con dinero prestado por amigos y parientes. Grazie zia (Gracias, tía) estaba abiertamente inspirada en Pugni in tasca (Las manos en los bolsillos, 1965), la película de Marco Bellocchio que se consideró un manifiesto sesentayochista y una crítica al poder y la represión de la familia adelantado a su tiempo.

Luego vendría Ernesto, adaptación de la novela autobiográfica de Umberto Saba, en la que éste evocaba el descubrimiento de la homosexualidad. Samperi cambió de género y dejó la provocación para abrazar la línea véneta, un estilo de farsa provinciana, sensual y algo anarcoide.

El extraordinario éxito comercial de Malizia fue a la vez una condena para Samperi, que tuvo que seguir con secuelas más o menos explícitas y picantes: Nenè, Liquirizia, Casta y pura, Fotografando Patrizia y un nostálgico Malizia 2000, ya con una Antonelli al borde del ocaso.