La voz de Susan Philipsz retumba en Silos
El sonido y la palabra se funden en el proyecto artístico Hazte ver, de Susan Philipsz (Glasgow, 1965), una instalación sonora que se puede escuchar hasta el 3 de mayo en uno de los grandes templos del gregoriano: la abadía del monasterio de Santo Domingo de Silos, en una muestra organizada por el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
El punto de partida de la obra se encuentra en las audiciones que la artista, autodidacta y sin educación musical, realizó de los cantos gregorianos de los monjes en la primera visita que realizó al monasterio. La sala de exposiciones está iluminada por la tenue luz que penetra por las ventanas. "Trato de provocar emoción. El espacio es muy especial y pretendo que el espectador desarrolle su imaginación y sueñe escuchando la voz", indicó ayer la artista.
Hazte ver es una canción basada en el canto gregoriano Salve Regina. "El canto alude a una voz que se eleva como un pájaro y también están presentes tallas de aves heráldicas del claustro, pájaros dormidos en el antiguo ciprés del patio y buitres revoloteando alrededor del santuario", según explicó la artista durante la presentación de la obra. En la pieza hay alusiones a los cantos de sirenas mientras esperaban la llegada de Ulises en La Odisea. "Observe el árbol en el centro del patio del claustro, que parecía ser infinito y que era el hogar para centenares de pájaros cantando. En el camino, los buitres sobrevolaban el desfiladero y me recordó a una voz que se eleva como un pájaro". El texto no tiene relato y en vez de argumento ofrece una metáfora visual que, unida al estribillo religioso, suscita una representación.
Babelia
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