"Tan bien vestimos a Fenosa que al final la casamos"
Honorato López Isla se confiesa en plena fusión de la eléctrica con Gas Natural
"Aquella fue una triste y feliz tarde en una cutre notaría de A Coruña, cuando de repente nos dimos cuenta de que sólo quedábamos dos socios, Unión Fenosa y Caixanova, dispuestos a constituir R y poner encima de la mesa miles de millones. Hoy R es tecnológicamente imbatible". Aquella tarde se pierde en agosto del 94, cuando Julio Fernández Gayoso, por parte de la caja viguesa, y Honorato López Isla, por la eléctrica, se sobrepusieron a la "cobardía" de los que creían sus socios, crearon en solitario la operadora gallega de cable y de paso demostraron que, con los años, "los negocios son como la cocina, cuanto más a fuego lento, mejor".
Quien habla es López Isla (Santa Cruz do Bolo, 1947) y lo hace alto y claro, con una soltura inédita para un ejecutivo en pleno proceso de integración entre la eléctrica de la que todavía es vicepresidente y Gas Natural. Es lo que tiene estar de vuelta de casi todo en el sector energético español. Treinta y siete años en Unión Fenosa dan para mucho. Por ejemplo, para aprovechar el acto de incorporación como socio de honor a la Asociación de Alumnos de la Escuela de Negocios de Caixanova y hacer de su intervención el relato de secretos bien guardados hasta ahora.
"R se creó en una cutre notaría. Sólo dos socios pusimos miles de millones"
Para historia, la de la fusión que en el 82 alumbró a Unión Fenosa. "Si aplicásemos a aquellas dos empresas (Unión Eléctrica Madrileña y Fuerzas Eléctricas del Noroeste) los criterios contables de las actuales auditoras, estaríamos hablando de dos compañías en quiebra", recordó López Isla. "Nosotros", explicó, "siempre hemos tenido muchas ideas y poco dinero". Para el vicepresidente de la compañía y ahora máximo responsable de R, la fusión actualmente en marcha con Gas Natural "es un gran proyecto cuyo alcance no sólo está en España, sino en Europa". "Tan bien vestimos a la novia", relató, "que al final la acabamos casando".
¿Y qué es lo más parecido a jugar a la lotería en el mundo de los negocios? "Pues realizar inversiones con un apalancamiento financiero del 95%", es decir, casi todo recursos prestados por los bancos, "que es una de las causas de la crisis actual". A su juicio, desde las empresas, "hay que crear valor, antes que valoraciones, y aprender a ver oportunidades en momentos de crisis". "La suerte", dijo, "es algo que se gana".
Isla tiró de memoria para recordar tiempos difíciles. Como "cuando en 2002, embarcados en plenas inversiones de gas en Egipto, nadie creía en esos proyectos, nuestra acción cayó hasta los nueve euros y corrimos el riesgo de convertirnos en la Enron española", en alusión a la mayor quiebra de una compañía energética en EE UU. "Estamos hablando de inversiones de 2.000 millones de dólares".
También tuvo tiempo para hacer grande lo pequeño. Para ello, nada mejor que O Barco, su pueblo. Allí se celebró "un consejo glorioso, cuando logramos una doble cacicada", ironizó, "que consistía en que Unión Fenosa y R se pusieran de acuerdo para llevar hasta allí la fibra óptica, una infraestructura que logramos incorporar en cuatro meses y que es de lo mejor del mundo". "Todo fue bien tras el consejo de administración hasta que caí en la cuenta de que me había olvidado de encargar la comida; menos mal que estábamos en una bodega". Ahora, en O Barco, podrán ver con mucha más frecuencia a Honorato, como le conocen, un ejecutivo que ha visto como los beneficios operativos de Fenosa han pasado de 200 millones a 1.200 millones.
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