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La empresa del conselleiro de Economía negoció para hacerse con Caramelo en 2007

Los empleados causan destrozos en las instalaciones ante la falta de acuerdo

Poner como ejemplo la gestión de su empresa privada en el Parlamento puede costarle caro al conselleiro de Economía, Javier Guerra, que el miércoles abrió la caja de Pandora en su intervención en la Cámara. Y más teniendo en cuenta que, en su condición de empresario, él mismo inició conversaciones para comprar la compañía textil Caramelo antes de que Inveravante, propiedad de Manuel Jove, se hiciera con su control. Gran parte de las ayudas recibidas en este tiempo por Caramelo, entre ellas créditos participativos de 11 millones de euros y la toma de un 7,5% de su capital por parte de Xesgalicia, procedieron de la consellería que ahora dirige Guerra y que, en su momento y en manos del bipartito, denegó apoyo financiero al grupo de empresas del ahora conselleiro.

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El episodio da una vuelta de tuerca a la bronca entre Gobierno y oposición sobre las actividades privadas del conselleiro. Ayer, el presidente Alberto Núñez Feijóo defendió a Guerra, y aseguró que es "un honor" contar con él en el Ejecutivo. En su opinión, hay que "desburocratizar" la política, incorporando más profesionales como el empresario vigués.

Pasa a la página 5Mientras Feijóo avalaba la trayectoria del conselleiro de Economía e Industria calificando de "intachable" su conducta, y negando que su empresa textil haya deslocalizado su producción en Portugal para abaratar la producción, los socialistas arremetían contra la mezcla de lo público y lo privado en el debate.

Porque la crisis de Caramelo va más allá de un ERE que afecta a 237 trabajadores y que tendrá que resolver la Xunta, que además es juez y parte en la situación de la empresa textil, al participar en su capital y haberle concedido cerca de 30 millones de euros en ayudas.

El interés de las empresas de Guerra por la compra de Caramelo fue tal que, según fuentes conocedoras de las negociaciones, tras las elecciones y en pleno traspaso de poderes de la Xunta bipartita al PP, el conselleiro hizo explícito su malestar por la poca receptividad que el Igape, brazo financiero de Economía, había mostrado hacia su interés por hacerse con la mayoría de la firma textil coruñesa ahora en plena crisis. La queja se habría transmitido, según las mismas fuentes, directamente a su antecesor en el cargo, José Ramón Fernández Antonio.

Guerra no atendió ayer las llamadas de este periódico. No así su socio en su grupo de empresas, que tiene como principal enseña El Secreto del Mar. Juan Costas, que ocupa el primer puesto ejecutivo de la empresa, explicó que la capacidad financiera que lograron tener hace ahora año y medio les permitió "valorar y analizar varias operaciones, entre las que se encontraba la compra de Caramelo y otras más, tanto del sector textil como de otros".

De acuerdo con Costas, hubo muchas opciones sobre la mesa, sin que llegaran a cuajar. "Pero no mantuvimos una relación directa con la propia empresa para su adquisición", subrayó.

Según el socio del actual conselleiro de Economía, fueron brokers e intermediarios los que plantearon la operación de compra de Caramelo, "entre otras", insistió, que meses después se materializaría con la entrada de Inveravante y Xesgalicia en su capital. "No debemos un euro a nadie ni hemos tenido ayudas públicas", aseguró el directivo de El Secreto del Mar.

Al margen de acusaciones políticas, los trabajadores de la firma siguen pendientes de su futuro y han intensificado las acciones de protesta.

Ayer terminó sin acuerdo la reunión con la junta directiva, circunstancia que derivó en momentos de tensión. Como resultado se produjeron destrozos en la ropa y el material de la empresa. La desesperación llevó a varios miembros del comité a encerrarse en las instalaciones, donde pensaban pasar toda la noche.

La Consellería de Traballo reiteró su disposición a ejercer de intermediario en las negociaciones y a velar por los puestos de trabajo en el ERE que afecta a los empleados de la fábrica del polígono de A Grela. Por la tarde, fueron convocados a una reunión hoy con el conselleiro de Economía.

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