"Valencia y Barcelona están menos enfrentadas con Montilla que con Pujol"
En la última edición de la Noche de la Economía Arturo Virosque (Valencia, 1930) repartió culpas sobre la crisis en un discurso rayano con la linea dura de Davos. Seis meses después está más convencido de lo mal que está la situación. Piensa que todos han hecho cosas mal y que será muy difícil recuperar la confianza.
Pregunta. Usted le echó 20 años a la salida de la crisis.
Respuesta. Quizás no sean 20, pero sí mucho tiempo. Depende de lo que se haga. Y los políticos no me dan confianza. Dicen que hay que cambiar el sistema productivo, y eso me da risa. ¡Qué poca categoría e inteligencia hay en un político cuando se cree que se puede cambiar el sistema productivo! Sólo se podrá cambiar cuando cambien las generaciones.
"Apoyo a Camps en estos momentos, pero hubiese hecho lo mismo con Lerma"
"En las pensiones, no me fío ni del Gobierno ni de los bancos"
"La ley laboral es un desastre. Un violador tiene menos causa que un empresario"
P. ¿Sirve el actual?
R. No todo es malo, aunque hay procesos de producción que hay que cambiar y perfeccionar. Pero un cambio del sistema requiere como mínimo diez años.
P. La construcción...
R. Nunca tendrá el peso que ha tenido. Volverán a construir los verdaderos empresarios de la construcción, no los desertores del arado.
P. ¿Ni los de la industria?
R. Tampoco. Los industriales tienen mucha culpa de lo que ha pasado. Decían: no hay que tener los huevos nunca en la misma cesta. Muchas empresas sacaron los huevos de sus cestas para ponerlos en otras y se les han roto. Era muy fácil ganar dinero en la construcción y no hicieron las transformaciones que necesitaban sus empresas. Algunos sí lo hicieron y les va bien, aunque necesitarían otras cosas.
P. ¿Por ejemplo?
R. Cambios en materia laboral. La ley laboral es un desastre. Sólo una persona con un afán muy grande de ser empresario puede montar hoy una empresa. Un violador tiene menos causa que un empresario si un trabajador no se pone el casco en una obra. Va a la cárcel. Los que están en contra de la reforma laboral sólo sacan a colación el despido, pero hay mucho más. ¿Cómo es posible que una mujer embarazada, trabaje en un almacén o en un despacho, tenga el mismo tiempo de baja maternal? Existen otros muchos ejemplos, pero estaríamos todo el día y hay otros problemas, como la dependencia energética.
P. ¿Necesitamos energía nuclear?
R. Si se pone en marcha, dentro de diez años España puede ser próspera. Tiene un riesgo, pero también corren riesgo las empresas y los que trabajan en el circo. Sin la energía nuclear moriremos lentamente.
P. Dijo que pronto dejaríamos de cobrar las pensiones.
R. Mientras pague el Gobierno, habrá pensiones. Irán vendiendo trozos de tierra; un día, una provincia; otro, una comunidad... E irán pagando. Yo, aunque tenga una pensión en un banco, ya no me fío ni del Gobierno ni de los bancos.
P. Es vicepresidente de Bancaja. ¿Cómo puede decir que no se fía de los bancos?
R. Estamos hablando de las pensiones en el supuesto de que las cosas sigan mal. Hoy sí que me fío de los bancos. De algunos bancos, aunque si me fiara de los bancos, no tendríamos crisis. Los bancos hicieron un bloque con Zapatero para decir que no había crisis.
P. ¿Cree que ante la situación financiera Bancaja y CAM deberían buscar una alianza?
R. No quiero contestar como vicepresidente de Bancaja. Como empresario le puedo decir que nunca se llegará a un acuerdo entre la CAM y Bancaja. No hay que forzar una situación que no va a ser buena para la unión de los valencianos.
P. Usted estuvo en la corporación financiera que montó la Generalitat para impulsar el acercamiento.
R. Por eso hablo como hablo. Y nada más. Me gusta hablar de las cosas que no nos enfrentan. He ido a Barcelona muchas veces a trabajar en lo que nos une, no en lo que nos separa.
P. Siempre fue muy beligerante con Cataluña, y ahora las cámaras de Valencia y Barcelona siempre están reunidas.
R. No creo en los partidos políticos: creo en las personas. Barcelona y Valencia están menos enfrentadas con el actual presidente de la Generalitat, José Montilla, que con Jordi Pujol. Hoy nos entendemos más. Tenemos más relaciones y menos acritud.
P. ¿Cuál era la razón por la que Pujol complicaba el diálogo?
R. El tema cultural. Los empresarios valencianos y catalanes siempre hemos tenido una relación enorme, pero se heló por Convergència i Unió (CiU), que nos enfrentó. Con CiU nunca hubiéramos llegado a un acuerdo en el corredor mediterráneo. Buscaban división, enfrentamiento.
P. Aquel discurso de la Noche de la Economía sonaba como si fuera el último que hacía como presidente de la Cámara.
R. No lo tengo claro. Hasta fin de año no me decidiré por completo. Me encuentro bien, aunque es cierto que la edad es la edad. Pero ya veremos cómo me encuentro. Si lo mejor para la Cámara es continuar un cierto tiempo, a lo mejor continúo. Me quedan muchas cosas por hacer.
P. Por ejemplo que todos los socios de la Cámara paguen las cuotas.
R. Eso es de risa. La Comunidad Valenciana tiene unas 216.000 empresas y la mitad no pagan cuotas a las cámaras. Incluso se puede ser presidente de una Cámara sin pagar las cuotas. El 49,4% no pagan nada (106.812) y 28.000 empresas pagan de cero a diez euros al año (el 62%). Y 56 empresas pagan de 25 a 100.000 euros. Sólo pagan las empresas grandes, que son las que mantienen los servicios para las pequeñas. Da risa.
P. He visto que tiene la foto de la consejera de Industria, Belén Juste, en la sala de reuniones, pero no he visto la de Justo Nieto.
R. Nieto fue un hombre que perjudicó mucho a las empresas. Enormemente. Castigó el desarrollo económico valenciano, aunque después le han dado un premio. Paró el parque industrial de Sagunto, quiso parar el desarrollo del aeropuerto... Tenía odio a las empresas, quería destruir las cámaras porque le molestaban, quería terminar con los parques tecnológicos, con los institutos... Quería que todo eso pasara a la universidad. Pero no pudo con la Cámara. Fue muy malo. Destruyó mucho el tejido empresarial.
P. Le va mejor con Juste.
R. Por lo menos es una mujer que conoce, aunque discuto más con ella que con Nieto. Con Belén se puede discutir, pero con aquel no se podía hablar. Tengo fricciones con la Generalitat porque digo lo que tengo que decir.
P. Usted movió el Consejo de Cámaras para apoyar a Francisco Camps por el caso Gürtel. ¿Un organismo que representa a la diversidad empresarial debe extender avales ideológicos en blanco?
R. Justamente me lo pregunta después de las elecciones. El resultado está ahí. ¿Cómo se explica ese respaldo de los valencianos? Con un político honrado no me podía callar. Con Lerma hubiese hecho lo mismo.
P. Pero hay unos indicios judiciales que están siendo sopesados por los jueces.
R. No entro en ese tema, pero a la gente no le ha importado.
P. ¿Se tienen que superponer las urnas a los jueces?
R. Los jueces ya dirán lo que sea. Yo sólo dije lo que la gente comprendía.
P. ¿Y si resulta condenado?
R. Si tienes un amigo y lo condenan, ¿qué haces? Es amigo mío, como Lerma y Alarte. Defiendo a las personas, no a los partidos. Me sabe muy mal que se metan con un presidente valenciano. Lo primero para mí es la amistad. Sin amistad no hay confianza, y sin confianza no se va a ninguna parte.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.