Pilar Salarrullana, una luchadora ante las sectas
Pilar Salarrullana, profesora, escritora y política riojana que falleció en Logroño el 27 de junio, destacó en muchas y variadas actividades en su vida pública, pero sobre todo porque, cuando fue diputada, promovió diversas iniciativas en el marco de la prevención de los grupos sectarios en España. Todo ello hizo que, al menos hace más de veinte años, se hablara de los movimientos totalitarios, que utilizan la manipulación psicológica para esclavizar personas en una falsa espiritualidad.
La época en que Pilar, nacida en Zaragoza el 17 de noviembre de 1937, luchó así en el Congreso, se granjeó muchos enemigos en diversas organizaciones de esta índole (como me relató en algunos encuentros), pero en muchísima mayor proporción abrió puertas a la libertad de muchas víctimas de extorsiones y métodos violentos por estas mafias articuladas entorno a nuevos mesías, gurús estrafalarios, a personajes o colectivos fanatizados.
Escribió libros y artículos, fermento de nuevas y actualizadas propuestas políticas en este ámbito. Lo que ha ocurrido hasta la fecha en esta lucha contra las nuevas formas de sectarismo, muy presentes en nuestro país, sólo lo saben de verdad las víctimas de estas técnicas sutiles de engaño y manipulación psicológica, olvidadas ahora por la política. Desde RedUNE, asociación en la que participó y colaboró, intentamos transmitir a nuestras instituciones la necesidad urgente de promover, como en otros países europeos, un Observatorio de Nuevos Cultos y Grupos de Riesgo. Pues no puede caer en saco roto todo lo que desarrolló Pilar, aunque la política le dio la espalda.
Ella misma escribió en este periódico, en octubre de 1994: "Durante ocho años dediqué gran parte de mi actividad política [...] a estudiar los problemas que, para la sociedad, se derivaban de la actuación de las sectas destructivas y a ayudar a cuantas personas sufrían por esta causa [...]. Con pena, casi con remordimiento, hace año y medio [...] tiré la toalla. El motivo no fueron ni las amenazas, ni el miedo [...] (tuve que llevar escolta durante dos años). Hubo dos causas: la cantidad de dinero que me ha costado defenderme de las querellas, [...] y, sobre todo, la sensación de soledad e impotencia". España es hoy un reducto donde se sirve en bandeja a estos grupos su legalidad administrativa. La Carta de Derechos Humanos y nuestra Constitución son reiteradamente conculcadas, con la inhibición institucional y judicial de la cual doy fe. Allí donde sigas con tu espíritu comprometido por los demás, un beso.
Juantxo Dominguez es presidente de la Asociación para la Prevención Sectaria RedUNE.
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