Segundo auto de prisión para el falso médico de Ferrol

Fingió ser un reputado doctor y estafó a centenares de pacientes en Ferrol y Viveiro. Pasó seis meses en la cárcel y salió en libertad condicional. Tardó menos de un año en montar otra clínica fraudulenta en Vinaroz (Castellón) y volver a estafar. Por reincidir en los mismos delitos, José Manuel López Pérez, Coté, pasará una larga temporada en la cárcel de Teixeiro en prisión preventiva a la espera de juicio y por partida doble.

En apenas siete días, dos juzgados diferentes, las salas de Instrucción 1 y 3 de Ferrol, han decretado para Coté prisión provisional y sin fianza por las causas pendientes de Ferrol en 2008 y Vinaroz, en 2009. Ayer, el magistrado ferrolano Alejandro Morán Llordén, que instruye la primera causa, dictó un nuevo auto de prisión provisional y sin fianza para Coté por reiteración delictiva. Tanto desde el Ministerio Público como cinco acusaciones particulares, entre las que se cuenta la Asociación de Víctimas de Coté, habían solicitado una orden de prisión.

Está imputado por intrusismo profesional, estafa continuada y falsedad documental, y se le atribuyen otros delitos por lesiones y contra la salud pública. Hacienda también lo busca por evasión fiscal y posible blanqueo de capitales.

Operación Zen

Fuentes judiciales señalan que este segundo auto de prisión es una medida cautelar para que el falso doctor permanezca en prisión hasta que se le juzgue por la Operación Zen, que desencadenó su detención el año pasado y el cierre de sus dos clínicas en Galicia. El falso médico está internado en la cárcel en A Coruña desde el 6 de julio por orden del juzgado de guardia número 1, que dictó contra él un auto de prisión preventiva por intrusismo y estafa. Fue detenido en Ferrol tres días antes, por su implicación en la clínica de Vinaroz (Castellón) en la que trabajaba junto a su socio Frederic Gisbert.

En la vista de ayer, Coté alardeó de su título de doctor en Filosofía por la Universidad de Montserrat, una facultad asentada en territorio británico en el Caribe, y que según el falso doctor, fue homologado por la Universidad de Sevilla. Un grupo de pacientes se concentró a las puertas del juzgado y arrojó jeringuillas de plástico al paso del furgón policial en el que viajaba Coté. Los afectados portaban pancartas alusivas a los daños derivados de los medicamentos que Coté les recetó durante su tratamiento.