Milito, el cuento de nunca acabar
El central argentino del Barcelona, lesionado hace 15 meses, sigue sin fecha de regreso
Arranca hoy la pretemporada del Barça y la plantilla vuelve a tener una baja ya irremediable. Gaby Milito sigue con su rodilla derecha a la virulé y, de momento, sin tener fecha de regreso. El central utilizó la web del club para pedir perdón a los aficionados, agradecer a todas las partes involucradas su dedicación en la recuperación y, sobre todo, garantizar su ahínco y empuje para volver a jugar al fútbol.
Hace ya 15 meses que Milito no se anuda las botas para disputar un partido oficial. Un crujido le reventó la rodilla entonces, en las semifinales de la Champions ante el Manchester. "Día tras día lucho de manera constante con gran ilusión para dejar atrás esta complicada situación que me toca vivir y que me ha depositado en el peor momento de mi carrera y de mi vida", asegura el central. Entre otras cosas, porque la recuperación se ha alargado mucho más de lo esperado; el 13 de mayo le intervinieron los ligamentos cruzados y le pronosticaron de seis a nueve meses de baja.
Pero algo no funcionaba. Resulta que el club no dijo la verdad cuando salió del quirófano, quizá atendiendo a la probable mentalidad frágil del futbolista; tenía para 10 meses pero le rebajaron los plazos para que no se desesperara. No extrañó entonces que durante los primeros ejercicios sufriera un tirón en la intersección de los músculos isquiotibiales con la rodilla. Consecuencia de haber jugado un año entero a golpe de analgésicos para solucionar el dolor de la articulación. Desde entonces, todo fue a peor. "Se le ha realizado una nueva artroscopia", anunció el doctor Ramon Cugat, que le operó la primera vez y supervisó la segunda cirugía en Buenos Aires, el pasado 5 de junio. "Quiero expresar también que los profesionales médicos que me tratan, todos ellos probos y de mi máxima confianza, me aseguran que no existe motivo alguno para provocarme el dolor que hoy siento", añade el futbolista.
Milito se marchó a Argentina antes de concluir la temporada anterior para trabajar con tranquilidad, sin presión mediática y cerca de los suyos. Por entonces, se le llegó a matar un nervio porque, cuando se le infiltraba, el dolor desaparecía. Muerto el nervio, sin embargo, el dolor permaneció. Y en el colmo de desgracias, la mínima cicatriz que dejó la intervención para matarle la terminación nerviosa, se infectó y creó un seroma, donde se le practicó la tercera artroscopia. Los médicos de la federación argentina apreciaron una infección ósea, de la que ya está recuperado. Así, Milito sólo volvió para celebrar los títulos con la plantilla y ni siquiera apareció en la foto oficial del tricampeonato.
Ahora, el central realiza largas y duras sesiones de quinesiología y trabajos de musculación y fisioterapia. A pesar de todo, Milito no cede. "Que no quede ninguna duda de que no voy a bajar los brazos y seguiré luchando con todas mis fuerzas y mis medios hasta recuperarme", asegura. Pero sufre la atrofia de Sudeck, donde el músculo, sin relación aparente, se queda sin fuerza y duele, un síndrome que en ocasiones se cura solo y en otras, es crónico.
Aunque los pronósticos son indefinidos, tanto desde el cuerpo médico como el propio jugador se fijan la recuperación completa y sin secuelas. El club, mientras tanto, sin su presencia, con Puyol cada vez más como lateral y con Piqué en su segundo año como eje de la defensa, ha insistido en contratar a Chigrinsky, central del Shakhtar Donetsk ucranio. Sin éxito. Como, de momento, la recuperación de Milito.
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