La mujer que aceptan los ayatolás
Dastjerdi se mostró partidaria de la segregación de pacientes por sexo
Durante las últimas semanas muchos dignatarios religiosos iraníes habían criticado al presidente Mahmud Ahmadineyad por presentar a tres mujeres como candidatas a dirigir tres ministerios. Finalmente, de las tres, los parlamentarios sólo otorgaron su confianza a la ginecóloga de 50 años Marzieh Vahid Dastjerdi, la más conservadora de las tres candidatas.
Dastjerdi será la primera mujer en 30 años que dirigirá un ministerio en Irán. Farrokhroo Parsa, quien fuera ministra de Educación en 1979 cuando se produjo la revolución islámica, fue ejecutada por el régimen de los ayatolás acusada de cargos de corrupción. Mahnaz Afghani, otra mujer a la que el sah nombró ministra de Asuntos Femeninos, abandonó Irán con la llegada de los ayatolás y vive exiliada en Estados Unidos. El predecesor de Ahmadineyad, el reformista Mohamed Jatamí (1997-2005) sólo llegó a nombrar a la primera vicepresidenta, un puesto para el que no se necesita la aprobación parlamentaria.
La medida de Ahmadineyad ha sido interpretada por numerosos analistas como un guiño que el presidente hace a las mujeres, quienes fueron unos de los sectores más críticos con el presidente durante las protestas que se produjeron tras las elecciones del 12 de junio.
Dastjerdi obtuvo ayer la confianza de 175 de los 286 diputados, algo que algunos analistas achacan a su discurso. Dastjerdi, que cuenta con ocho años de experiencia como parlamentaria, reafirmó en la Cámara la importancia de las mujeres en Irán: "Las mujeres deben tener un papel más importante en las cuestiones de la nación. Ahora hay 1,6 millones de estudiantes en Irán, un número 27 veces superior al que había antes de la revolución" de 1979. "Y el 60% o 70% de los estudiantes de Irán son mujeres".
En numerosas ocasiones, las activistas iraníes que tratan de defender los derechos de la mujer denuncian que bajo el sistema legal de la República Islámica sólo son ciudadanas de segunda. La ley sólo les permite heredar la mitad que los varones, no tienen derecho a iniciar un proceso de divorcio y, en los raros casos que lo consiguen, o si son repudiadas, pierden la custodia de sus hijos. Para salir de Irán las mujeres necesitan el permiso de sus maridos.
La nueva ministra de Sanidad pidió a los parlamentarios que confiaran en las mujeres "para sostener los logros inmensos que las mujeres han conseguido en 30 años y mostrar al mundo que los hombres iraníes tratan a las mujeres con respeto".
Durante su etapa como parlamentaria, Dastjerdi se mostró a favor de la segregación de pacientes y médicos en función de su sexo. A las mujeres sólo podrían atenderlas mujeres. Pero en su discurso ante el Parlamento, en lo que puede considerarse como un aparente cambio de rumbo, habló de los "milagros" que se producen cuando trabajan juntos hombres y mujeres.
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