"¿Nuestra política? 'Cero problemas' con los vecinos"
El arquitecto de la nueva estrategia diplomática de Turquía ha permanecido detrás del telón del poder hasta el pasado mes de mayo, cuando fue nombrado ministro de Asuntos Exteriores. Pero Ahmet Davutoglu (Konya, 1959) ha sido el principal asesor en política internacional del primer ministro Recep Tayyip Erdogan desde la llegada del islamismo moderado al poder en Ankara hace ahora siete años.
Impulsor del "neo-otomanismo diplomático", que intenta sacar partido político y económico de la relevancia histórica del pasado imperial turco, Davutoglu fue mediador durante dos años en un proceso de acercamiento entre Siria e Israel, que quedó en suspenso el pasado invierno tras la intervención militar israelí de Gaza. Las relaciones entre Ankara y Tel Aviv no han dejado de enfriarse desde entonces.
El informe del OIEA señala que el régimen iraní sigue enriqueciendo uranio
"Ankara puede ayudar a Teherán a enviar al exterior su uranio enriquecido"
"Nuestro objetivo primordial es la plena incorporación a Europa, pero actuamos también en nuestro propio espacio geográfico: los Balcanes, el Cáucaso, Oriente Próximo...", puntualiza. "Turquía no ha vuelto la vista hacia Oriente. No hay ninguna contradicción respecto a la integración en Occidente. ¿Nuestra política exterior? Cero conflictos con los vecinos".
El máximo responsable de la diplomacia turca intenta poner ahora en práctica sus teorías -plasmadas en varios textos, el más conocido Profundidad estratégica- en la política exterior del Gobierno de Ankara. En Madrid, donde ayer fue recibido por el Rey, ha obtenido un nuevo espaldarazo a las aspiraciones de Turquía en la UE durante la presidencia española del próximo semestre.
En su intervención ante el Foro Nueva Economía, Davutoglu reconoció que su país está estudiando una propuesta de Teherán para facilitar "el intercambio de uranio enriquecido iraní" para que sea procesado en el exterior. "Vemos de manera muy positiva esta iniciativa", aseguró el ministro de Exteriores después de que la prensa turca informara ayer de que el Gobierno de Ankara se ha ofrecido a almacenar en su territorio el combustible nuclear en tránsito hacia Rusia o Francia o de regreso a Irán.
"El objetivo de la política exterior turca es ahora la máxima cooperación e integración con nuestros vecinos. Nuestras relaciones con Siria, Grecia o Armenia han progresado notablemente", se jacta Davutoglu tras citar a tres países vecinos con los que Turquía ha tenido graves conflictos en el pasado, como cierres de fronteras o amenazas militares. "Nuestra política, que es fruto de nuestra diversidad geográfica, parecía utópica hace apenas diez años", sostiene el jefe de la diplomacia de Turquía, un país musulmán que cuenta con el segundo mayor Ejército de la OTAN por número de soldados.
Davutoglu ha visitado este verano el norte de Irak, una región invadida por el Ejército turco hace apenas dos años y donde aún se refugian guerrilleros separatistas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que ha atacado a las fuerzas de seguridad y cometido atentados en Turquía desde 1984. El ministro se entrevistó también en Erbil con Massud Barzani, presidente del Gobierno autónomo kurdo. "No ha habido un reconocimiento de facto ni de ningún tipo. Irak tiene un sistema federal, según su nueva Constitución", argumenta.
El Gobierno de Ankara está dando nuevos pasos para reconocer los derechos culturales de la minoría kurda, todavía muy restringidos en Turquía. "El político debe mirar siempre por el futuro del país, a pesar del coste electoral que puedan tener algunas decisiones", admite Davutoglu. "Y lo hacemos por nosotros mismos, por el interés de Turquía, no para intentar granjearnos apoyos en el seno la UE".
Chipre sigue siendo el gran escollo varado en el Mediterráneo oriental para que avancen las negociaciones de adhesión de Turquía en Bruselas. "Se perdió una gran oportunidad en 2004, cuando el referéndum para la reunificación de la isla fracasó por el rechazo de los grecochipriotas", analiza el ministro de Exteriores turco. "Pero ahora hay una segunda oportunidad. Las negociaciones entre grecochipriotas y turcochipriotas han progresado mucho este año. Pero no basta sólo con buenas intenciones. Hace falta voluntad política para conseguir la paz".
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