El líder las pasa canutas con el colista
Henry e Ibrahimovic resuelven en Jerez un partido especialmente peligroso para el Barcelona
El líder las pasó canutas en cancha del colista. Los azulgrana no cerraron un partido muy peligroso hasta la última jugada, cuando Ibrahimovic firmó un segundo tanto definitivo después del anotado por Henry a la salida del descanso. La victoria del Barcelona se daba por descontada y se sabía también, por otra parte, que no le resultaría fácil por la fatiga física y anímica acumulada después de batir al Inter y al Madrid en dos partidos muy estresantes. Así está escrito en el fútbol. Estadios como el de Chapín son escenarios en los que se pierden las ligas, y el propio Guardiola había anunciado que sólo sabría de las ganas de su equipo por revalidar el título después del encuentro en Jerez.
XEREZ 0 - BARCELONA 2
Xerez: Renan; Francis, Aythami, Leandro, Casado; Víctor Sánchez (Armenteros, m. 72), Alex Bergantiños, Keita, Orellana; Carlos Calvo (Antoñito, m. 56) y Mario Bermejo. No utilizados: Mendoza; Redondo, Moreno y Viqueira.
Barcelona: Valdés; Alves, Márquez, Chigrinski, Maxwell; Xavi, Touré, Keita; Pedro (Messi, m. 54), Bojan (Ibrahimovic, m. 65) y Henry (Iniesta, m. 82). No utilizados: Pinto; Puyol, Abidal y Dos Santos.
Goles: 0-1. M. 45. Henry, de cabeza. 0-2. M. 92. Ibrahimovic, de vaselina.
Árbitro: Velasco Carballo. Amonestó a Aythami.
Unos 17.500 espectadores en Chapín. Partido avanzado de la 15ª jornada de Liga con motivo de la disputa del Mundial de Clubes.
En un campo blando por las lluvias y mal cuidado, el técnico azulgrana no se cortó un pelo y dejó en el banquillo a Messi, balón de oro, así como a Iniesta, cuarto en la clasificación de France Football, e Ibrahimovic, séptimo. Los tres regresaron a escena durante el segundo tiempo porque el Barcelona no conseguía resolver el partido. Todo le costó mucho ayer al Barça.
Después de una semana de arrea, los barcelonistas formaron con un equipo inédito, en defensa y en ataque, adaptado en cualquier caso al exigente calendario. Guardiola recuperó a Márquez y Chigrinski, como sucedió en Málaga la última vez que el Barcelona ganó a domicilio; dispuso a Touré como volante central, y alineó a Bojan como delantero centro, algo que no sucedía desde la primera jornada de Liga. Una nueva columna vertebral para el objetivo de siempre: ganar juegue quien juegue.
Y el Barça sólo respiró al final del encuentro. El colista le combatió con un equipo tan trabajado como ingenuo desde el orden y a partir del fuera de juego. Al Barcelona le costó entrar en juego, hilvanar tres pases seguidos, darle continuidad a su fútbol, y a cambio, estuvo excesivamente expuesto a encajar un gol como ya ocurrió en Pamplona o Bilbao (los azulgrana habían empatado en sus tres últimas salidas, la primera en Valencia). El mal trabajo de los medios dejó fuera del partido a Bojan después de un inicio muy esperanzador. No le quedó más remedio al campeón que confiar en la calidad de sus futbolistas para marcar las diferencias. El gol de Henry, nada más comenzar la segunda parte, después de cabecear un centro de Maxwell, no modificó el panorama porque el equipo nunca se sintió cómodo en el campo.
La intranquilidad de Guardiola quedó expresada en los cambios. Messi fue el primero en entrar en el terreno de juego, Ibrahimovic lo hizo después y finalmente compareció Iniesta. Y los tres fueron los protagonistas de las mejores jugadas: el argentino remató a la madera, el manchego marró un remate de gol y el sueco anotó el 0-2 con una vaselina, después de una asistencia de Messi.
Antes del tanto, sin embargo, hubo momentos de destemplanza en el Barcelona, falto de carácter y dinámica. El Jerez jugó con el punto de atrevimiento propio de los desesperados y forzó la intervención reiterada de Valdés, aunque ninguno de sus remates tuvo pólvora. El equipo de Ziganda enfiló a los centrales barcelonistas repetidamente y aprovechó que los dos laterales se quedaron a menudo a mitad de camino. Márquez y Alves, de todas las maneras, cerraron mucho peor que Chigrinski y Maxwell por la izquierda. Maxwell, por ejemplo, estuvo providencial en un cruce que evitó el empate. Después llegaría la intervención de Ibrahimovic y la sentencia de los barcelonistas.
Aunque le faltó agresividad, concreción y juego, al Barcelona le alcanzó con los futbolistas, sobre todo con Henry e Ibrahimovic, para sumar su tercera victoria consecutiva y establecer un nuevo récord de puntuación en un arranque liguero. Líder y campeón, es también el único invicto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.