Mi Tom Tom eres tú, cariño
Dirá Wikipedia lo que quiera, pero el inventor del GPS seguro que es el mismo tío que coloca las señales de tráfico en las carreteras españolas. Si usted quiere perderse, no lo dude, siga la señal.
Para no perderse más llegó el GPS. Soy un gadgetescéptico y en el caso de este aparato, también. Por lo general uno va en coche siempre al mismo sitio, con lo que no necesita a nadie que le vaya cantando los metros que quedan para "llegar a su destino". Y en tiempo de vacaciones, sin prisas, prefiero cultivar mi propia versión de las redes sociales: bajar la ventanilla y preguntar a un humano. Es más entretenido, aunque se pierda tiempo y gasolina.
Tiempo, dinero y la caótica señalización de las carreteras (y ciudades) han hecho triunfar al GPS sin importar sus elevados precios. Mi primera experiencia con un GPS fue en 1998 con un coche alquilado en Silicon Valley. Gracias a él no pasé de la segunda vuelta a la I-82, una vez pillado el truco de girar 50 metros antes de que me lo ordenara.
El éxito de estos aparatitos en los coches se comprende, y más con el Start 2 de TomTom que ha caído en mis manos, porque la sencillez de su funcionamiento es máxima y su precio mínimo para este tipo de aparatos (aunque siguen siendo caros).
Es cuestión de minutos colocarlo en el parabrisas, enchufarlo en el encendedor y funcionar correctamente. Ni es necesario leerse el folleto de instrucciones para elegir volumen, ruta, locutor (o no) en español de España, Chile o Argentina... pero, por favor, antes de ponerse en marcha, que luego nos multan. La pantalla del Start 2 es pequeña, pero suficiente, porque la voz es el elemento fundamental para llevarte a buen puerto.
A la Dirección General de Tráfico no le hacen gracia estos aparatos (tampoco el casete, el teléfono ni, imagino, el niño que llora, aunque no lo dice). Distraen y provocan accidentes, seguro. Es cierto que el GPS quita atención a la carretera, al igual que la elección de la emisora o la temperatura. Sin embargo, tampoco es posible cuantificar científicamente cuántos accidentes se han evitado con la mejora de la comodidad de los automóviles (aire acondicionado, por ejemplo) y la consiguiente reducción del estrés del conductor, especialmente el de los profesionales del volante. Tom Tom dice que sus GPS bajan los accidentes un 12%.
En mi caso, al conducir, sólo me preocupan la seguridad y la paz familiar (y no por ese orden). Desde que llevo un coche automático nadie me radia cuándo tengo que cambiar de marcha, y ahora, con un GPS instalado, tengo una tercera opinión para decidir cómo llegar puntualmente al banquete de la comunión del niño: la mía, la del TomTom Start 2 y la de mi mujer. Excuso decir por cuál me inclino.
Producto: Start 2 TomTom. Empresa: TomTom. Precio: 149,95 euros. Sitio: www.tomtom.com
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