CiU y PP juzgan insuficiente la reacción del alcalde y le exigen que dimita

A CiU y el PP, la salida del número dos en el Ayuntamiento de Barcelona, Carles Martí, les sabe a poco. Para los grupos de la oposición, la reacción de Hereu ante el fiasco de la Diagonal es insuficiente y por eso exigen que sea él mismo quien devuelva la vara de alcalde. "Por vergüenza torera, tendría que dimitir. Sé que no lo hará, pero él es el máximo responsable" del naufragio de la consulta, clamó ayer el convergente Xavier Trias, líder de la oposición y aspirante a arrebatar la alcaldía a los socialistas.

Consciente de que el descalabro del equipo de gobierno puede ser definitivo, Trias no dejó pasar la oportunidad de lanzar sus dardos contra Hereu. "Es él con quien estuve negociando en su despacho y es él quien se empeñó en que ganase la A o la B", dijo en alusión a las opciones defendidas por el Consistorio, que pretendían transformar la Diagonal en un bulevar o una rambla, respectivamente. "Ha hecho irse al teniente de alcalde para salvar su cuello", remachó Trias, que interpretó los abrumadores resultados de la consulta como un fin de ciclo y "el epílogo a 10 años de hacer las cosas mal".

Trias se erige en vencedor del proceso: "La opción C era necesaria"

Trias votó a favor de celebrar la consulta sobre el futuro de la Diagonal, pero con la condición de añadir la posibilidad de no aceptar ninguna de las propuestas del Ayuntamiento y dejar la principal arteria barcelonesa tal como está. Esa opción, la C, ha ganado de forma arrolladora. "Los resultados han demostrado que esta opción era necesaria", subrayó el edil de CiU, que se desmarcó de la génesis de la consulta y, por tanto, de su apoyo inicial. "Somos partidarios de las consultas, que son importantes, pero ya advertimos de que empezar con una como la de la Diagonal era difícil", dijo Trias, que se comprometió a "respetar el resultado, fuese cual fuese".

"No basta con la dimisión del primer teniente de alcalde. Se deben pedir responsabilidades a quien sale en la foto de la publicidad de la consulta", argumentó el presidente del grupo municipal del PP en el Consistorio, Alberto Fernández Díaz, que desde el comienzo se opuso a preguntar a los ciudadanos. Hereu pretende que la renuncia de Carles Martí sea "un cortafuegos político", según Fernández Díaz, quien recordó que "la baja participación y el alto rechazo" son "el peor escenario con el que se podía encontrar Hereu".

Excepto para el líder popular, el problema no es tanto la consulta en sí misma como la forma en la que se ha desarrollado. "Ha sido un error político muy grave", dijo Trias, que denunció una vez más "el esfuerzo del Ayuntamiento por engañar y ocultar la opción C, por esa enfermedad de querer ganar como fuese". Lo que tenía que ser una consulta, concluyó Trias, se convirtió en un plebiscito.

En ese punto coincidió con el líder de Esquerra Republicana (ERC) en el Ayuntamiento, Jordi Portabella. "La consulta se ha visto como un plebiscito y eso es un error porque se puede perder", dijo Portabella, que en 2007, tras las elecciones municipales, no quiso reeditar el tripartito y dejó al PSC e ICV en minoría. Portabella no sólo votó a favor de la consulta, sino que fue uno de sus promotores. Y sin embargo, no se siente responsable de fiasco. "Soy responsable de la idea, pero la ejecución ha sido mala y eso es cosa del gobierno", dijo. A diferencia de CiU y el PP, para Esquerra la renuncia de Martí -a quien Portabella agradeció su "trabajo y responsabilidad"- es suficiente y "proporcional a los errores cometidos, que han desvirtuado el proceso". "La reacción de Hereu ha sido rápida", dijo. Portabella lamentó que una fiesta democrática se haya convertido en un vía crucis: "Había que explicar bien las opciones y no se ha hecho. La consulta pretendía legitimar lo que ya se había decidido. Y la gente no es tonta".