Electrónica a la hora de la cena
La Casa Encendida programa tres días de música con el festival Let's Dance
Dentro de un enorme impermeable oscuro, protegida tras sus gafas de sol y con un vaso de un litro de cerveza en la mano, Anna Barie espera su turno. Al llegar la hora convenida, las nueve y media de la noche, el patio de La Casa Encendida se va llenando de gente que contempla cómo el disc jockey de la banda These Are Powers calienta un poco el ambiente. Es el primer día del ciclo Let's Dance , una propuesta que se ofrece por tercer año y que pretende tocar varios estilos de los ritmos programados.
El lugar escogido alberga muy cómodamente a algo más de un centenar de curiosos. Las luces, la pequeña barra y sobre todo el sonido hacen que todo recuerde más a un club, aunque sea un día laborable y la fiesta vaya a acabar antes de medianoche.
En el caso de estos chicos de Brooklyn, al parecer lo suyo se define como ghost punk. Aunque las etiquetas no parecen importar a muchos de los que han venido, convocados por las redes sociales o por el simple boca a boca. "Yo lo veo como electro punk", opina Javier. "No sabría concretar qué hacen. Al final, lo que importa es que es música para bailar", comenta Elena, mientras un tipo alto se coloca un castigado bajo y se acopla a los ritmos de su compañero en el pequeño escenario, que apenas les eleva un poco del público.Al subirse la cantante a las tablas, se quita el chubasquero y descubre un vestido con brillos. Ha entrado jugueteando con el hip hop, pero enseguida se ponen a lo suyo. Las bases sinténticas se alían con la voz y el bajo para pasar por todas las variantes en las que el no experto se pierde: 2 step, grime... pero These Are Powers hacen todo lo que está en su mano para que no se les pueda etiquetar.
Sus temas pretenden hacer bailar, y ellos son los primeros en dar ejemplo. Aunque a veces el ruidismo y los tiempos obtusos que acompañan las melodías, gritos y gemidos de la vocalista son complicados de seguir, como cuando atacan Candyman. Aunque la mayoría no se mueve demasiado, el ambiente es cercano. Alguno, incluso, se anima a interrumpirles cuando se presentan para preguntar por su nombre. La banda aprovecha esa confianza y negocia que canción tocar como bis. "No estamos muy seguros de qué queréis", comenta Barie, que previamente se ha paseado entre los que contemplaban el espectáculo desde más cerca.
A las once, la fiesta ha terminado; hoy tomará el relevo Javelin , formado por dos primos que se han afincado en Providence (EE UU) Juntos, recuperarán todo tipo de éxitos funk, electro y pop. Eso sí, llevados a su estilo de cadencias muy aptas para el baile. Mañana será el turno de Darkstar. A cambio de tres euros, un menú de música electrónica para esta semana.
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