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El recorte de Gallardón rebajará la calidad de los servicios sociales

Se resentirá la atención a maltratadas, discapacitados, indigentes o niñosOrganizaciones sociales y la oposición critican que se reduzca así el déficit

Cuando el concejal de Hacienda, Juan Bravo, sacó la calculadora hace unas semanas y se puso a revisar cada partida presupuestaria para ver dónde podría meter la tijera, aún no tenía en la cabeza la ambiciosa cifra de 1.041 millones de recorte (el 20% del presupuesto) que este miércoles anunció el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón. Pero Bravo sabía que tendría que recortar de todos los ámbitos, incluido el de los servicios sociales. En este capítulo, la rebaja alcanza un 15%, que supondrá un ahorro de 196 millones de euros. Del tijeretazo social solo se salvarán las prestaciones a mayores (teleasistencia, centros de día y ayuda a domicilio, sobre todo) y las que están actualmente financiadas por fondos estatales, como el SAMUR social. Ninguna más.

La cuantía de las becas de comedor escolar se recortará el próximo curso
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"No vamos a dejar de prestar los servicios", insisten fuentes municipales. Pero, eso sí, "se verá afectada la calidad", admiten. Tras el anuncio de los recortes, nadie sabe todavía cómo se concretarán, porque dependen de la revisión de los contratos con las empresas privadas que prestan buena parte de los servicios sociales municipales. Las conversaciones con las adjudicatarias tienen como fecha límite el 30 de julio.

Lo que sí se sabe es que la reducción del presupuesto rebajará la atención a las mujeres maltratadas, a los discapacitados, a los indigentes, a los jóvenes, a los niños... Se recortarán también las becas de comedor, el servicio de las oficinas municipales de información al ciudadano, de las escuelas infantiles y de las guarderías y más prestaciones que irán concretándose en las próximas semanas.

A la rebaja de la calidad, para no disminuir la cantidad, puede llegarse por múltiples caminos. Por ejemplo: en el caso de las becas de comedor, con un presupuesto de tres millones de euros, se reducirá la cuantía de la ayuda el próximo curso, aunque se mantendrá el número de beneficiarios. El Consistorio espera que la Comunidad asuma esta competencia. "El Ayuntamiento de Madrid es el único de la región que ofrece esas becas", recuerda Bravo, que insiste en que lleva años pidiendo al Gobierno regional que asuma las competencias que le corresponden y que presta (y paga) el Ayuntamiento. Todas ellas (servicios sociales incluidos) suponen un coste de 1.180 millones de euros al año.

Otro ejemplo que podría aplicarse al resto de servicios de atención al ciudadano es el de la oficina de información al público, cuya adjudicataria, Línea Madrid, cuenta con un presupuesto anual de 14,2 millones de euros. En este caso, se trata de recortar el horario. "Nos tenemos que sentar a negociar, pero una reducción de jornada sería lo más asumible", explica Bravo. Admite que esa disminución de horario podría conllevar también un recorte salarial a los empleados a cargo de la empresa.Las escuelas infantiles y las guarderías sufrirán también los recortes, probablemente en la calidad del servicio de comedor. Sin embargo, un posible acuerdo del Ayuntamiento con la Comunidad para que ésta asuma la aportación municipal, permitiría garantizar el mantenimiento de la oferta de plazas, según el concejal de Hacienda, Juan Bravo. "Podemos decir que tenemos cobertura para todas las escuelas infantiles que se han terminado. Se puede seguir prestando el servicio, pero ajustando el precio al máximo", indica el concejal.

Madrid cuenta con una red municipal de 28 escuelas infantiles, de las que 26 son de gestión indirecta, es decir, están en manos de cooperativas. El anuncio de un recorte del 15% en todos los servicios sociales, pendiente de concreción, supone "un grave riesgo" para estos centros, según Blanca Asanzza, portavoz de la Asociación Madrileña de Escuelas Infantiles de Gestión Indirecta.

A Asanzza le cuesta imaginarse por dónde pueden venir las rebajas: "Con un presupuesto tan escueto será doloroso en cualquier sitio". Cree que podrían empezar por el mantenimiento de los centros, del que aún se ocupa el Ayuntamiento de Madrid. "Con un 15% menos habrá que recortar en personal, cada vez tendremos menos profesionales y eso repercutirá en el proyecto educativo, acabaremos convertidos en centros para aparcar a los niños", concluye, informa Pilar Álvarez.

La decisión tampoco ha sentado bien en el Consejo de las Mujeres del Municipio, un organismo asesor del Consistorio formado por 38 organizaciones. "Lo que necesitamos son más programas sociales y más financiación, en lugar de recortes", afirma Lourdes Hernández, presidenta de la comisión ejecutiva del organismo. Aunque aún desconoce cómo se concretará el recorte del 15%, aventura que "mejor sería reducir gastos en el palacio de Cibeles que en los programas sociales y los desfavorecidos".

Muy en esa línea se ha manifestado el portavoz socialista, David Lucas, que criticó duramente la decisión del alcalde. "Es una concepción de la política que pone de manifiesto que el Gobierno municipal actúa para potenciar la imagen de Gallardón y no para beneficiar a los ciudadanos. Sacrifican el bienestar social a costa de la proyección política del alcalde", dijo Lucas, partidario de que se corrija el déficit paralizando las obras del palacio de Cibeles, disminuyendo el número de altos cargos o reduciendo los gastos en publicidad. Medidas que Lucas propuso en un Plan de Ahorro y que han caído en saco roto.

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