Sobre la legalización de las drogas
Las cifras de la masacre de los derechos, las vidas y el medio ambiente en la guerra contra las drogas, desde México hasta la región andino-amazónica, en Afganistán, Myanmar, Laos o en las ex repúblicas soviéticas, hacen necesario y urgente plantear el problema político mundial del fracaso del prohibicionismo en materia de sustancias estupefacientes.
Estamos de acuerdo con el amigo Felipe González en que necesitamos una conferencia internacional en la que implicar plenamente también a Europa. Las sanciones penales y administrativas a los comportamientos individuales que no implican daño a otros han tenido un impacto devastador en millones de personas en todo el mundo, evitando, al mismo tiempo, la necesidad de una investigación científica que analice tanto las posibles aplicaciones médicas de sustancias prohibidas como su asunción bajo estricta supervisión médica.
La ideología del prohibicionismo también ha cancelado el debate sobre los hechos, nadie ha planteado la cuestión de cuántos miles de millones de euros, incluso en los países pobres, se invierten diariamente en las políticas que crean rentas exponenciales solo a las narcomafias.
Con los años, el Partido Radical Noviolento ha elaborado propuestas para una revisión radical de las tres Convenciones de las Naciones Unidas sobre drogas, y es necesario que la Comisión de las Naciones Unidas sobre las Drogas de Viena las asuma como documento de trabajo de la sesión del próximo mes de marzo. Tal vez sea desde España de donde puede venir una respuesta de buen sentido reformador a la violencia de la prohibición.
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