El Schindler italiano
En relación con la necrológica del embajador franquista Sanz Briz aparecida en EL PAÍS el 3 de octubre de 2010, quisiera manifestar mi asombro y decepción al no ver mencionado en ningún momento a Giorgio Perlasca, también conocido como el Schindler italiano. Fingiéndose diplomático español, este hombre de negocios italiano tomó espontáneamente el relevo a Sanz Briz en la Embajada franquista en Budapest a partir del momento en que este abandonó la misión.
Sin querer en ningún modo menospreciar la encomiable labor de Sanz Briz, me parece una omisión no mencionar la de Perlasca, que tuvo mayor alcance y duración y fue realizada en condiciones de mayor peligro y riesgo personal. En una arriesgadísima y rocambolesca peripecia, el italiano logró salvar de la deportación y de una muerte segura a 5.000 judíos emitiendo documentación falsa, recogiendo comida y creando y protegiendo casas refugio españolas para todos los judíos que lograban llegar hasta él.
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