"Hay que ser autoexigentes"

Carles Sanjosé (La Bisbal de l'Empordà, 1977), alma máter de Sanjosex, inaugura este viernes el ciclo Bandautors en el Palau de la Música, el nuevo ciclo de música moderna organizado directamente por la entidad, que permitirá comprobar de qué madera está hecha la nueva hornada del pop y folk catalán. Este cantautor ampurdanés, que tiene a James Brown como uno de sus referentes, desafía la modernidad buscando referentes en el pasado.

Pregunta. Comparando su primer disco con el tercero, Animal Salvatge, ¿se ha vuelto menos gamberro?

Respuesta. Es algo que sucede en cierta época de la vida, aunque sea un error. Primero haces una cosa de manera visceral y sin pretensiones; porque es el primer disco o porque vas más suelto. A medida que tienes respuesta, te vas tomando más en serio a ti mismo. Cada vez quieres ser más creíble y eso te hace perder la sabiduría del riesgo para hacer música. Para el cuarto disco quiero no tener miedo.

Presenta disco este viernes en el inicio del ciclo Bandautors en el Palau

P. Con el ciclo Bandautors, que agrupa a una nueva generación de música en catalán, ¿se entronca con la nova cançó?

R. Hay un discurso detrás de cada uno. Si hay una relación con la nova cançó en el mismo hilo de la historia musical, no lo sé. Es algo que dirá el tiempo. Estamos en un buen momento. Ha coincidido cierta autoexigencia con no fliparse con la cantidad de público que puedas tener. Ahora los artistas se sinceran y se acercan a su público. Hay mucho público, gracias a Manel, y gracias a los demás también. Pero hay exigencia de calidad también.

P. Pero también comparten público, desde Manel y Els Amics de les Arts hasta Roger Mas.

R. Ni Manel ni Els Amics de les Arts han nacido de la nada respecto a público. Ni tampoco nosotros nos tenemos que lamentar de este éxito, al contrario.

P. Sanjosex no es minoritario.

R. No, nos va bien. Llenamos en los conciertos. No hay tantas diferencias. Cuando Sanjosex, Mazoni, Mishima y otros sacamos el primer disco era un momento muy crudo en cuanto a público. Hicimos un trabajo de primer disco, de segundo disco... Y después hay gente que ve que se puede hacer algo bueno con esfuerzo y eso anima. Lo importante es que hay que ser autoexigentes aquí.

P. ¿En algún momento se ha llegado a aburrir?

R. Esto no es de ahora. Ya me pasó con el segundo disco, que me gusta mucho. Me di cuenta de que no estaba pensado para transmitir energía. Este último disco suena melancólico, pero en directo tiene mucha caña. Tengo ganas de decir algo y que la gente pueda contestar.

P. Es usted muy prudente a la hora de relacionar música o lengua con reivindicación. ¿Por qué?

R. Porque no me gusta. Realmente en Cataluña se habla demasiado de los catalanes, del compromiso y del catalán. No tengo nada en contra, pero quiero huir de esta seriedad.

P. Entre toda esta generación hay muy buen rollo.

R. Sí, nos conocemos todos. Pero por eso es muy importante no caer en la autocomplacencia. Ni cerrar el paso. Sería muy bueno que este momento tan positivo que vivimos no se parara y que de aquí a tres años salgan grupos con gente de 20 años que sean la hostia, y yo perderé público. Así debería ser. No podemos ser egoístas, porque ese es el problema de una cultura pequeña.