Herrera promete honestidad y que no se resignará ante CiU
El líder de ICV augura que puede dar la sorpresa
El candidato de Iniciativa animó a la militancia el primer día de campaña a luchar contra la resignación de perder el Gobierno de izquierdas en la Generalitat porque, advirtió, todo era posible. Anoche, ante más de 600 personas, en la cena de final de campaña, en Sant Feliu de Llobregat (Baix Llobregat), repitió la idea y se comprometió a ser honesto, a no resignarse pase lo que pase, a ser coherente y a dejarse la piel.
Justo cuando pronunciaba esas palabras, TV-3 conectó en directo y la disciplinada militancia comunista de otros tiempos se puso en pie para dedicarle un atronador aplauso. Fue sin duda el más importante baño de masas que ha tenido Herrera en campaña, si se exceptúa el mitin central, y nada tuvo que ver con la frialdad con que se inició en Lleida la medianoche del 12 de noviembre.
El líder ecosocialista vaticinó ayer en sus tres apariciones públicas que la coalición puede dar la sorpresa. Viven una euforia contenida porque piensan no solo en mantener los 12 diputados actuales, sino incluso en sumar alguno más. Sus cábalas pasan por que Solidaritat Catalana per la Independència, el partido de Joan Laporta, no obtenga representación, porque, si lo hiciera, les perjudicaría en la atribución de escaños.
El de anoche fue el único acto en el que coincidieron los dos consejeros de la coalición -Francesc Baltasar, de Medio Ambiente, y Joan Saura, de Interior- con Herrera, secretario general de Iniciativa y 21 años más joven que ellos. El candidato se reservó para el final la mención a Saura, que es presidente de la coalición y lo seguirá siendo hasta la asamblea de finales de 2012. En lo que sonó a final de trayecto, le agradeció el trabajo realizado, "porque cogió la coalición cuando algunos la daban por muerta", dijo, y por cómo se ha desarrollado la transición generacional.
Herrera reivindicó el legado de los dos consejeros de Iniciativa, aunque anoche aparcó las referencias al resto de los departamentos, en manos del PSC y ERC. Se refirió a José Montila para acusarle de hacer "trampas al solitario" por querer recuperar las competencias del Estatuto que mutiló el Tribunal Constitucional. Acusó a Esquerra de "querer partir Cataluña en dos" por su promesa de convocar un referéndum sobre la independencia. Ante ese panorama, dijo que solo Iniciativa puede "plantar cara" a la derecha. Seguramente desde la oposición, porque aunque la coalición cenó ayer bajo el lema que Herrera ha repetido toda la campaña, El futuro no está escrito, las encuestas indican lo contrario.
Con todo, insistió en que Cataluña tiene "una mayoría social de izquierdas", a la que llamó a no abstenerse ni a votar en blanco. Admitió que ambas opciones son hasta comprensibles y pueden ser "signo de rebeldía", pero añadió que esos votos serán cómplices de los recortes sociales que aplicará Mas, a quien volvió a atizar "porque para él la libertad es suprimir el límite de 80 kilómetros por hora, aunque aumenten la siniestralidad en las carreteras y la contaminación en el área metropolitana". Con el PP también fue duro y les calificó de "traficantes del miedo" por su xenofobia.
Jordi Miralles, el número tres por Barcerlona, dedicó su habitual juego de palabras al "lado oscuro de la política, la doble A de Arturo y Alicia", y también se acordó del PSC y ERC, de los que dijo que "se han ido en mitad del partido" por repudiar al tripartito.
Al impasible y cerebral Herrera solo se le quebró la voz cuando recordó a Simón Rosado, el histórico dirigente de Comisiones Obreras fallecido el 11 de octubre, a quien dijo echar en falta.
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