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Reportaje:

La agotadora vuelta a España del 'London calling' de The Clash

Chuck Prophet toca en 12 ciudades el mítico disco, una de las cumbres del punk

Muerte o gloria, Jimmy Jazz, los fallos de Rudie, bombas en España, pistolas en Brixton o el supermercado como extravío. "Y los cuatro mejores compases de apertura de todos los tiempos", añade Chuck Prophet (Whittier, 1963) a los emblemas de London calling, obra maestra de The Clash y reto para el músico estadounidense, que este mes interpreta el doble álbum en una gira por 12 ciudades españolas. El agotador paseo arrancó el martes en Logroño y se cerrará el día 15 en Bilbao, sin un solo día de tregua.

El desafío supera cualquiera de los planteados con discos ajenos (ya es el cuarto) por la promotora barcelonesa Houston Party: la veterana revista Rolling Stone incluye London calling en su top 10 de siempre y lo considera el mejor álbum de los ochenta; para la biblia indie Pitchfokmedia merece, en cambio, el subcampeonato de los setenta. Disparidad de fechas, porque se publicó en diciembre de 1979, pero cumbre unánime en cualquier caso.

La gira arrancó el martes en Logroño y acabará el día 15 en Bilbao
"Reproducimos la receta, sin miedo a los cambios", dice Chuck Prophet

Prophet va más allá: "Es el único disco por el que soy capaz de embarcarme en esto. Lo compré cuando salió y me enseñó que todo era posible y que no había por qué dejar ninguna música fuera de la fiesta. Y es lo que he seguido en mi carrera, a partir de una infancia empapada de country".

El roots rock y la anchura de miras son, de siempre, las señas de Prophet. Y The Clash se mostraban fascinados por la música de raíces estadounidense, basta echar un ojo a sus teloneros. "El punk era simple y estricto; con London calling se acabaron los límites. Ellos abrazaron todo lo de alrededor y la tradición previa: country, glam, blues, rhythm & blues, folk, reggae... Metieron sin miedo el cubo en el pozo y bebieron de él". Un crisol del que solo los ritmos jamaicanos, debilidad de la banda británica, no casan con Prophet. "Procuraremos llevar los sabores reggae por otros caminos. La melodía de The guns of Brixton, por ejemplo, lo permite".

¿Y cuál será el tratamiento general? "Nuevas formas de contar la misma historia, como en el cine. Hay quien piensa que solo existen tres westerns, que se rehacen todo el rato. Han pasado 30 años y es hora de contarla de nuevo. Faltan ingredientes, pero intentaremos reproducir la receta, sin miedo a los cambios. Algo ambicioso". Prophet publicó en 2009 el espléndido Let freedom ring, "canciones políticas para gente no política", en su definición. Parece un preámbulo apto para sumergirse en el universo combativo de The Clash. "Sin duda: en London calling se habla de desempleo, alcoholismo, hacerse adulto, paranoia, derechos laborales, encrucijadas, cuidar o no del otro, historia, materialismo, marxismo, socialismo, todos los ismos...".

Prophet carece de un pasado punk. El californiano se dio a conocer en los ochenta como guitarrista y compositor de Green On Red. Con aquella banda grabó We shall overcome, de Pete Seeger, pero sin inquietud política. Lo que sí hicieron Green On Red, además de discos apreciables, es abrir brecha para grupos posteriores como Wilco. "Quedamos relegados al estatus de culto, pero hoy me siento afortunado por levantarme cada día como músico y tocar cosas excitantes".

Su decena de notables trabajos en solitario tampoco le ha dado celebridad. Caso parecido al de Chris von Sneider, cantautor de San Francisco y miembro de Chuck Prophet & The Spanish Bombs, el nombre ad hoc de la banda. Chuck y él ejercerán de Joe Strummer y Mick Jones, los líderes de The Clash. El humanista fallecido y la rock star, según el mito. "Solo conocí a Joe, y la actitud de Mick resulta comprensible por las penurias de infancia. Se crió con su abuela en un barrio obrero. No he contactado ahora con los supervivientes, es mejor que el disco hable por sí solo".

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