_
_
_
_
Crítica:DANZA | 'Rússia'
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Miedo bajo copos de nieve

Rússia, la cuarta obra del coreógrafo valenciano Marcos Morau para su compañía La Veronal, es poética, inteligente e innovadora. Un montaje que había despertado la curiosidad del público y que no defraudó, pues exhibió el trazo de un artista con talento que apuesta por la originalidad. Rússia, creada en colaboración con los magníficos bailarines que la interpretan, se sitúa por su estética vanguardista y la dureza de su baile en la línea de Los Ballets C. de la B., la afamada compañía belga.

La fascinación que Morau siente por la geografía le ha llevado a escoger países o ciudades del mundo para situar la danza de sus emociones. Primero fue Suècia (2008), le siguió Maryland (2009) y después Finlàndia (2010). Ahora ha elegido Rusia, concretamente el Lago Baikal, situado al sur de Siberia donde nació Nureyev para situar a ocho personajes que inician un viaje en coche hacia esas heladas y lejanas tierras, un viaje bello y cruel salpicado de buen baile.

'RÚSSIA'

La Veronal. Dirección y coreografía de Marcos Morau en colaboración con Cesc Gay y los intérpretes. Guión y texto de Carmina S. Belda, Pablo Gisbert-El conde de Torrefiel. Intérpretes: Lorena Nogal, Anna Hierro, Cristina Facco, Núria Guiu, Manuel Rodríguez, Núria Navarra, Sau-Ching Wong y Tanya Beyeler. Espacio escénico e iluminación de Enric Planas. Mercat de les Flors. Barcelona, 8 de febrero

Rússia ha contado con la colaboración del cineasta Cesc Gay, que ha ayudado al autor a crear esta road movie en la que se mezclan elementos cinematográficos y teatrales. La acertada atmósfera de esta obra envuelve al espectador arrastrándole hacia este interesante viaje desde el principio.

El ritmo del espectáculo viene marcado por las expectativas emocionales que expresan sus intérpretes. Sus cuerpos se retuercen helados en frases, coreografías fluidas y ricas. El miedo y la incertidumbre guían sus relaciones. Miedo aterrador que esculpe una danza distorsionada y visceral que contrasta con el gélido paisaje. El coreógrafo logra que cada espectador se cree en la mente su propia versión de Rusia. Lo consigue a través de las frases que se proyectan en una pantalla y de la aparición en escena de algunos símbolos que evocan la tierra de los zares, como un soldado, una bailarina luciendo un tocado tradicional o un himno.

Sin embargo, la mejor baza de este espectáculo son los magníficos intérpretes, procedentes de todo el mundo y que han contribuido en la creación de la obra. Cada uno de ellos tiene un relevante papel en solitario que enfatiza su brillo como bailarín. Si bien el trabajo coral logra un mayor efecto por la unión de las calidades de movimiento de todos ellos.

Citar los mejores fragmentos de Rússia no es fácil, pero resulta subyugadora la secuencia en la que el grupo baila bajo los copos de nieve, o el intenso paso a dos de Lorena Nogal y Núria Navarra al compás de la música de Las Danzas Húngaras de Brahms.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_