Detenido el etarra Iñaki de Rentería por el secuestro de Ortega Lara

La pista que llevó a la Guardia Civil a detener ayer a uno de los presuntos implicados en el secuestro de José Antonio Ortega Lara llevaba por nombre Gorosti. Este era el remitente que supuestamente empleó el ex número uno de ETA, Ignacio Gracia, Iñaki de Rentería, en las misivas dirigidas al comando Belotxa, responsable del secuestro del funcionario de prisiones en 1996. Igualmente, el nombre de Gorosti aparecía una decena de veces en las agendas intervenidas en 1999 al también exdirigente etarra José Javier Arizkuren Kantauri.

Pasadas las 13.30 de ayer, Iñaki de Rentería, que dirigió la banda terrorista durante cuatro años -desde 1996 hasta su detención en 2000-, fue arrestado en Irún por agentes de la Guardia Civil en una operación ordenada por el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz. Los agentes que seguían sus pasos observaron que el etarra se dirigía con una mochila hacia la frontera y, temiendo que pudiera escaparse, lo detuvieron tras obtener la autorización judicial. Ruz reabrió la investigación sobre la posible participación de Iñaki de Rentería en el secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara el pasado 1 de febrero al admitir a trámite una querella de Dignidad y Justicia.

Tras su detención, el exdirigente etarra, vinculado al núcleo duro de la banda terrorista, fue conducido de inmediato al cuartel de la Guardia Civil en el barrio de Intxaurrondo, ubicado en San Sebastián, y hoy será trasladado a la Audiencia Nacional para ser puesto a disposición del juez Ruz. Con este arresto ya son 41 personas las detenidas por las fuerzas de seguridad desde que el pasado 10 de enero ETA declarara un alto el fuego "permanente, de carácter general y verificable internacionalmente".

Esta detención se produce poco más de un año después de que Iñaki de Rentería fuera puesto en libertad, tras pasar ocho años de cárcel en Francia y dos en la prisión de Puerto I, en Cádiz. En abril del pasado año, la Audiencia Nacional lo excarceló debido a que Francia lo había entregado a España con la condición de que fuera juzgado solo por pertenencia a organización terrorista, delito por el que ya había sido condenado en el país vecino. Al carecer de autorización, el tribunal español no pudo investigarlo por su supuesta implicación en el secuestro de Ortega Lara o el intento de asesinato del Rey en 1995 en Mallorca. La fiscalía, que inicialmente apoyó su libertad, la recurrió entonces, pero la Audiencia rechazó su recurso y el etarra, libre, se instaló en Rentería. La limitación impuesta por París para proceder contra él por los restantes delitos expiró a los 45 días de su excarcelación.

Ignacio Gracia entró en ETA recién cumplida la mayoría de edad. En 1974 se integró en los comandos Bereziak, dirigidos por entonces por el exdirigente de la banda Francisco Múgica, Pakito. Amnistiado en 1977 por el Gobierno de UCD, el etarra, también conocido como Bruno, no abandonó su actividad delictiva y se integró en ETA Militar. Tras ser adiestrado en Argel, trató de formar un comando en Pamplona, pero fue detenido en Bayona cuando quiso cruzar la frontera para ponerse al frente del mismo. Solo lo encarcelaron unos meses.

Futuros objetivos

Poco después, Gracia Arregui integró el aparato de información y controló a los comandos y a los activistas que recopilan datos sobre futuros objetivos. Después de las redadas contra los jefes de ETA en 1992, ascendió a la cúpula de la banda terrorista y, tras la captura de Julián Atxurra,

Pototo, en 1996, pasó a dirigirla.

El funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara permaneció retenido por la banda 532 días en un zulo, entre 1996 y 1997. Al comando Belotxa también se le atribuye la tentativa de secuestro del empresario Román Knorr y el secuestro del ingeniero Julio Iglesias en 1993.