El archivo perdido del juez Bellver

En 1923 José Bellver, natural de Ponferrada, llegó a Pontevedra para ocupar una plaza de magistrado. Gran aficionado a la fotografía, el señor Bellver se dedicó durante décadas a recorrer toda la geografía gallega y ejercer su pasión como fotógrafo, hasta su fallecimiento en 1968. Su legado fue rescatado en los años ochenta, y se depositó en el Museo de Pontevedra, que le dedicó una exposición. Hasta ahí la parte conocida del séñor Bellver, su faceta como fotógrafo. Pero ahora acaba de producirse un interesante descubrimiento: el del José Bellver que rodaba cine en los años veinte. "No había constancia de que hiciese películas. Ha sido una sorpresa que hayan aparecido unas latas casi cinco décadas después en la casa dónde falleció en Pontevedra", explica Xes Chapela, director y guionista del documental Milímetros, que se está rodando a partir de la aparición de estas cintas. En total son 29 latas de película, que suponen unas tres horas de grabación, y están datadas entre 1929 y 1932.

"Están rodadas en un formato inusual, de 9,5 milímetros, y con una cámara marca Pathé, que fue la última cámara de cine mudo que hubo, justo antes de pasar a las de ocho milímetros", explica el director de este documental en fase de rodaje, promovido por Matriuska y por el productor Daniel Froiz. Como pasa en muchas ocasiones, las latas aparecieron casi por casualidad, cuando un familiar llevó el material a digitalizar a una tienda de Pontevedra. "Nos avisaron, vimos el material y nos sorprendió. El responsable de la tienda devolvió el material pero hubo un imprevisto. No tomó nota del contacto, así que estuvimos haciendo indagaciones hasta que apareció la familia de José Bellver", rememora Chapela sobre el proceso de búsqueda, y la posterior "emoción de ver recuperadas unas imágenes inéditas con más de 80 años de antigüedad, y que no se sabía ni que existían".

Entre las tres horas de imágenes ahora recuperadas, hay sobre todo imágenes de excursiones y mucho contenido etnográfico. "Bellver rodaba desde la perspectiva de un turista: en tren, en coche o en barco. Rodaba acciones y paisajes que le llamaban la atención, en ciudades como Vigo o Madrid, o pueblos como Cambados y Redondela. Hasta rodó un pequeño corto de ficción con amigos", explica el director de Milímetros sobre el contenido de las latas. Entre las imágenes que más le sorprendieron, Xes Chapela destaca "la presencia de un zeppelin sobre Cambados, seguramente la primera vez que se veía, o la estancia de la Armada Inglesa en Vilagarcía".

En las filmaciones también se recogen faenas con pescantinas limpiando pescado en el muelle, o modelos de embarcaciones tradicionales en extinción, "un patrimonio interesantísimo y muy valioso a nivel etnográfico". Pero también hay escenas familiares, entre las que aparece de niña Pilar Bellver, la única hija viva de José Bellver, y que también prestará su testimonio para el documental Milímetros. "Tratamos de hacer un regreso a los mismos lugares, pero 80 años después, filmado con diferentes formatos y creando una trama sobre el valor de la imagen", comenta el director, quien avanza que "no será un documental al uso sobre la aparición de unas imágenes perdidas, sino una reflexión sobre la memoria y el cine". El director y guionista Xes Chapela busca darle una mirada personal a este material, alejado de códigos convencionales, y con una línea argumental que avance casi al mismo tiempo que las indagaciones, sin saber lo que se va a encontrar.

"Se trata de descontextualizar y reconstruír un material fílmico en otro diferente", reflexiona. Las imágenes inéditas serán depositadas en los próximos días en el Centro Galego de Arquivo da Imaxe, donde también se rodará alguna secuencia para el documental. "Está apareciendo mucho material de los años veinte y treinta. Llevamos una buena racha, pero es cierto que también la buscamos", dice Guillermo Escrigas, director de este centro, que ya estaba siguiendo la pista del material de José Bellver.

"El material de esa época es todo muy similar, un cine etnográfico donde se filma la ropa, la comida, la pesca o las romerías. Para uno que venía de afuera, esto le resultaba distinto y hasta exótico", explica Escrigas, que como especialista en cine antigüo, lanza una alerta: "A veces la gente no sabe lo que tiene en casa, y esto es un gran patrimonio de todos". Justo el ejemplo de las latas del Sr. Bellver. Después de cinco décadas en un baúl, serán depositadas en el CGAI. Y revisitadas en el documental Milímetros