El PSC solo negociará las cuentas de Trias si respeta el plan de usos de Ciutat Vella

El sábado se cumplen los primeros 100 días de gobierno de CiU en Barcelona. Por ello, el Partit dels Socialistes (PSC) e Iniciativa -el anterior gobierno bipartito de la ciudad- se adelantaron ayer al fin de la tregua simbólica e hicieron sendos balances, ambos críticos, pero en claves radicalmente diferentes. El PSC presentó una lista de 20 puntos para "dialogar" con el gobierno de Xavier Trias y ayudar así a superar su "vacío". Entre ellos está no modificar el plan de usos de Ciutat Vella. Los ecosocialistas, por su parte, aseguraron que "no ven ningún tipo de posibilidad" de llegar a un pacto para las cuentas municipales y calificaron el gobierno convergente de "sumiso, arrogante, antiecológico y de gestos autoritarios".

El líder del PSC, Jordi Hereu, continuó con el mantra con el que ha atacado la gestión de Trias desde hace dos meses. El líder socialista ha dicho en repetidas ocasiones que aún no ve el proyecto del nuevo alcalde. Hereu definió estos primeros 100 días de gestión convergente como un cúmulo de "hipérboles declarativas y silencios clamorosos sobre lo que está pasando en Barcelona". "No hay gobierno de la ciudad, que sigue su inercia, la inercia de una ciudad potente", dijo el exalcalde.

Esta supuesta falta de hoja de ruta, añadió Hereu, es lo que lo lleva a proponer las Bases Hereu, una lista de seis prioridades, desgranadas en 20 puntos, que busca poner "algunas bases para el diálogo que necesariamente en las próximas semanas y meses deberá darse en torno a la Barcelona del futuro". Esto no es otra cosa que las cuentas municipales, en las que Trias necesitará un pacto que le permita alcanzar la mayoría. El alcalde tiene 14 regidores y necesita 21.

La lista sugerida por Hereu incluye algunas propuestas de difícil aceptación por parte de CiU. Una de ellas es, por ejemplo, la retirada o "revisión con detalle" de la polémica medida de gobierno que busca implantar la normativa europea de contabilidad SEC 95 en el Consistorio.

El exalcalde también condiciona su apoyo a mantener el plan de usos de Ciutat Vella, que Trias ya ha objetado, y a la construcción de nuevas guarderías completamente públicas. Entre las peticiones también figuran el mantenimiento de las inversiones a los distritos, la implementación del planeamiento urbanístico ya aprobado, como Glòries y La Sagrera, y la inclusión en el presupuesto de 2012 de la Generalitat de los compromisos que ha adquirido con Barcelona. Hereu aseguró que la lista es "irrenunciable".

Los ecosocialistas, por su parte, denunciaron en su balance de los primeros 100 días del alcalde una supuesta "derechización" de la ciudad. Su líder, Ricard Gomà, acusó a Trias de encabezar un gobierno "recortador" y que ha tenido un "silencio cómplice" frente a la reducción de servicios sociales de la Generalitat.

Gomà, que descartó de entrada un posible acercamiento al Gobierno municipal para llegar a un pacto con los presupuestos, también denunció que Trias se ha dedicado a ejercer un "populismo punitivo" en términos de seguridad, como en el caso de la persecución del nudismo, para así "esconder la inactividad en otros campos".

El ecosocialista también denunció que, a pesar de algunas votaciones contrarias a los intereses de Convergència i Unió, el Partido Popular, encabezado por Alberto Fernández Díaz, "ha cerrado filas para consolidar una mayoría de derechas en la ciudad".