"Se compraban partidos..."

Ángel Torres se acomodó en la esquina de una mesa. "El Getafe era un club tramposo. Se compraban partidos... hasta que llegaron unos nuevos gestores", dijo delante de los políticos de la ciudad, ante el asombro general. A continuación, contó que el Ayuntamiento tiene que devolverle mediante ayudas todo lo que él ha invertido en el club, porque así se lo habían prometido entonces. El constructor está convencido de que la ciudad está en deuda con él, por más que ya haya recibido las llaves de la misma. Maneja un documento, estampado con la firma de dos concejales, con el que se acuerda que recibirá este año 3,5 millones de euros de subvención. Con ese documento, Torres se presentó en una oficina bancaria y llegó a hablar con el director para que se le facilitase el dinero. El problema era que en los presupuestos municipales se habían destinado tan solo 1,5 millones para este concepto, un recorte producido por las estreches de presupuesto.

La relación entre Castro y Torres se rompió una semana después de las últimas elecciones. El constructor se reunió esos días con que el presumiblemente iba a ser el nuevo alcalde, el popular Juan Soler. Castro se lo tomó como una traición, porque todavía estaba pendiente de convencer al candidato de UPyD (su voto inclinaba la balanza hacia el PP o el PSOE) de que le prestase su apoyo, lo que nunca consiguió.

Rota la relación, Castro dijo que era hora de cortar el grifo. "Me parece bien que se abra la investigación. La interventora municipal tiene todos los papeles y todo está en regla", opina Castro sobre lo que decidirán hoy los portavoces.

La subvención directa que recibe el Getafe, un caso único en el fútbol español de élite, siempre ha sido muy criticada por IU y ahora también por UPyD. "Lo que ha denunciado Torres es falsedad documental y eso es muy grave. Es hora de que se sepa toda la verdad. Se tienen que aclarar las cuentas. Castro tiene que tomar la palabra", pide el portavoz del partido magenta, José Luis Morato.