El sueño andaluz del rey Bonaparte

"Andalucía fue el único momento feliz de mi existencia desde que os dejé en Nápoles. A partir de entonces voy de disgusto en disgusto". José Bonaparte, hermano de Napoleón, escribió esta carta a su familia en sus horas bajas como rey de España. Empezó su periplo andaluz por Despeñaperros en 1810, justo cuando empezaron a reunirse en San Fernando las Cortes que terminarían aprobando dos años después la primera Constitución española. La exposición El viaje andaluz del rey José: Paz en la guerra, es un recorrido por la controvertida figura del monarca pero en un tono reconciliador, lejos de la caricatura, y más cerca de un homenaje a quien valoró las excelencias de la región.

La historia narra que fue el 20 de enero de 1810 cuando José Bonaparte, al que el pueblo conocía como Pepe Botella, cruzó Despeñaperros, la puerta natural de Andalucía. No iba solo. Le acompañaban 400 funcionarios y altos cargos. Visitó Córdoba, Sevilla, Jerez, El Puerto, Chiclana, Rota, Sanlúcar, Arcos, Ronda, Málaga, Antequera, Granada, Martos y Jaén. Fue una expedición política, para tratar de ganarse el favor de sus ciudadanos, pero tuvo una enorme repercusión artística y cultural porque supuso el descubrimiento de la gran pintura andaluza, la de Zurbarán y Murillo, para el resto de Europa, o el impulso para recuperar edificios que estaban abandonados como la Alhambra de Granada.

La exposición está organizada por el Bicentenario de la Constitución

Cádiz exhibe más de 80 obras, entre ellas tres retratos firmados por Goya

La muestra, una de las más ambiciosas que se van a poder visitar con motivo del 200 aniversario de la Constitución de Cádiz, ha sido posible gracias a la colaboración del Consorcio del Bicentenario, el Ministerio de Defensa y la Consejería de Cultura, que ha cedido su recién estrenada Casa Pinillos, la nueva ampliación del Museo de Cádiz. Se compone de más de 80 piezas, entre fotografías, libros, mapas, cuadros, grabados o maniquíes con uniformes de la época. Quizás los objetos más cotizados sean tres retratos del monarca firmados por Francisco de Goya, procedentes de museos franceses y británicos, una recreación a tamaño natural que muestra a José I a caballo y la espada que usaba el rey. También hay planos de la restauración de la Alhambra, del puerto de Málaga o de la mejora de las comunicaciones entre municipios.

"Es una buena manera de descubrir a José Bonaparte como lo que fue: un hombre de firmes principios liberales", argumenta el presidente del Consorcio del Bicentenario, Francisco Menacho. Entre los logros de este monarca destaca la creación del ministerio de la Policía, como antecedente del de Interior. Pepe Botella se había propuesto también abrir un museo de bellas artes, el Museo Josefino, aunque no pudo cumplir su sueño que, años después, terminó siendo el Museo del Prado.

El viaje por Andalucía fue un tanto abrupto aunque él guardó para siempre un buen recuerdo de su peripecia. Hubo brotes de resistencia, se libraron batallas como la de Bailén, pero también fue recibido con entusiasmo en algunos lugares, donde disfrutó de las tradiciones más arraigadas. El Ayuntamiento de El Puerto le ofreció una corrida de toros, la primera de su vida. En Ronda le hicieron también los honores. Se le vio como un portador de paz en tiempos de guerra, de ahí el título de la muestra.

"Amaba las artes y deploraba la violencia. Valoraba la cultura y defendía la libertad", sostuvo anoche en la inauguración Francisco Menacho. Recordó su intento de desacralizar a España construyendo plazas públicas sobre las ruinas de iglesias y conventos. Se le recuerda también por su forma de gobernar y se le considera casi un precursor del populismo, aún en boga.

La Casa Pinillos acoge esta muestra hasta el 29 de enero, de martes a sábados de 10.00 a 20.00, y los domingos solo hasta las 14.00. Es una oportunidad para acompañar a José Bonaparte en su viaje por Andalucía. De la que tantos buenos recuerdos siempre guardó. No pudo cumplir sus sueños en esta tierra. Pero fue aquí donde los forjó.