Un tercio de los activos portugueses de la banca internacional, en manos españolas
Los bancos españoles tratan de replegar sus posiciones ante la fragilidad de la economía del país vecino
Las entidades financieras españolas han aprovechado los últimos meses, con Portugal en el centro de la diana de los inversores, para recoger velas en el país vecino. Aún así, los bancos y cajas españoles siguen teniendo en sus asientos contables más de un tercio de los activos (34%) que la banca internacional tiene en empresas, familias, bancos y administraciones portugueses. En ninguna otra de las economías europeas más zarandeadas por los mercados (Grecia, Irlanda, Portugal y la propia España) existe una concentración de riesgo parecida: solo los bancos franceses tienen una exposición similar, en términos relativos, a la economía griega (33% de los activos de la banca internacional en ese país).
La aparente vulnerabilidad de las entidades españolas ante un eventual rescate de Portugal, cuya crisis financiera obligó ayer a dimitir al primer ministro, José Sócrates, y que dominará la cumbre de jefes de Estado de hoy y mañana, viene matizada por dos cuestiones esenciales: cerca del 70% de los 108.600 millones de dólares (76.000 millones de euros al cambio actual) de activos de la banca española en Portugal -préstamos, títulos de deuda, imposiciones a plazo, acciones, líneas de crédito, derivados y garantías- tiene como contraparte a familias o empresas de ese país. El "sector privado no financiero", como lo define en sus estadísticas el Banco de Pagos Internacionales, no está exento de algunos efectos colaterales del rescate -mayor ajuste fiscal, menor crecimiento, más morosidad-, pero no está en primera línea, como sí lo están las administraciones públicas (con títulos cada vez más devaluados) y las entidades financieras (con dificultades para cumplir las nuevas exigencia de capital).
Así, los bancos alemanes tienen el triple de activos en la banca portuguesa que las entidades españoles (39% frente al 13% de la exposición total de la banca internacional). Y los franceses, tienen casi el doble de títulos de deuda pública portuguesa que los bancos españoles (poco más de 6.000 millones de euros). El segundo elemento que relativiza la importancia de los activos portugueses en los balances de las entidades españolas es su limitado peso, en comparación con la exposición a otros países. Portugal apenas representa un 6% de los activos de la banca española en el extranjero; los 76.000 millones comprometidos equivalen al 7% del PIB español.
Los últimos datos publicados por el Banco de Pagos Internacionales corresponden al final del tercer trimestre de 2010. Lo previsible es que la tendencia apuntada entonces -una disminución de los activos de la banca española en Portugal-, se haya consolidado en los últimos meses, cuando la sostenibilidad de la economía portuguesa ha estado más en cuestión. Entre el segundo y el tercer trimestre de 2010, la exposición de la banca española a Portugal, excluido el efecto del tipo de cambio, disminuyó en unos 3.000 millones de dólares. La inmensa mayoría del retroceso se concentró en los activos en bancos portugueses.
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